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891. JOAQUIM SUNYER I DE MIRÓ (Sitges, 1874 - 1956) Paisaje de Sitges

Óleo sobre lienzo
58 x 71 cm
Firmado áng. inf. dcho: Sunyer
Pintado en 1932
 
PROCEDENCIA:
Sala Parés, Barcelona, 1978.
Colección privada.
 
LITERATURA:
R. Benet, Sunyer, Ed. Poligrafía, 1975, pág. 209, nºcat. 525 (ilustrado).
 
Pintor y grabador, Joaquim Sunyer nació en Sitges. Sobrino del paisajista Joaquim de Miró se instaló en Barcelona a los quince años. Coincidió con Joaquim Mir e Isidre Nonell en la escuela de la Llotja. Exhibió por primera vez en 1894, en la Exposición General de Bellas Artes de Barcelona y en 1896 ya empieza a colaborar en la prensa, La Vanguardia, con dibujos. En otoño de ese mismo año se instala en París trabajando, fundamentalmente, el grabado y el dibujo, y no será hasta 1903 cuando retome sus trabajos al óleo. De 1901 a 1904 reside en el afamado edificio Bateau-Lavoir, en Montmartre coincidiendo con los principales nombres de la primera vanguardia internacional. De estos años vemos influencias de Steinlen, Bonnard, Vuillard, Tolouse-Lautrec y Degas, pero viaja a España, conoce el Museo del Prado y entra en crisis coincidiendo con las nuevas corrientes como será el fauvismo o el cubismo, aunque no se dejará llevar por ninguna de ellas. Pero si, de ellas, llegará a encontrar su estilo más personal, el color de los fauvista o la visión de los volúmenes de los cubistas. Esta personalidad artística, ya desarrollada, la veremos en Barcelona en 1911 consagrándose como nuevo lider del noucentisme.
Nuestra obra nos sitúa a Sunyer en su ciudad natal, un paisaje del interior que es lo que le gustaba pintar en Sitges. La visión del pintor cambia cuando en 1922 se compra una masía a las afueras de Sitges y así lo deja dicho en 1930 en el periodico barcelonés “La Nau”:
“Aquella impresión de luz y mar y de formas claras que vivía adormecida en mi espiritu se me reveló de una manera decidida...”
La evolución de Sunyer se ve en este momento, vuelve a conectar con el paisaje, lo que tanto deseó de una manera expontánea, queriendo plasmar lo cotidiano y lo que tiene a su alrededor, un Sunyer mucho más humanizado vinculado con la tierra, esencia de su obra hasta el final de sus días.

Precio salida

20.000 €

891. JOAQUIM SUNYER I DE MIRÓ (Sitges, 1874 - 1956) Paisaje de Sitges

Óleo sobre lienzo
58 x 71 cm
Firmado áng. inf. dcho: Sunyer
Pintado en 1932
 
PROCEDENCIA:
Sala Parés, Barcelona, 1978.
Colección privada.
 
LITERATURA:
R. Benet, Sunyer, Ed. Poligrafía, 1975, pág. 209, nºcat. 525 (ilustrado).
 
Pintor y grabador, Joaquim Sunyer nació en Sitges. Sobrino del paisajista Joaquim de Miró se instaló en Barcelona a los quince años. Coincidió con Joaquim Mir e Isidre Nonell en la escuela de la Llotja. Exhibió por primera vez en 1894, en la Exposición General de Bellas Artes de Barcelona y en 1896 ya empieza a colaborar en la prensa, La Vanguardia, con dibujos. En otoño de ese mismo año se instala en París trabajando, fundamentalmente, el grabado y el dibujo, y no será hasta 1903 cuando retome sus trabajos al óleo. De 1901 a 1904 reside en el afamado edificio Bateau-Lavoir, en Montmartre coincidiendo con los principales nombres de la primera vanguardia internacional. De estos años vemos influencias de Steinlen, Bonnard, Vuillard, Tolouse-Lautrec y Degas, pero viaja a España, conoce el Museo del Prado y entra en crisis coincidiendo con las nuevas corrientes como será el fauvismo o el cubismo, aunque no se dejará llevar por ninguna de ellas. Pero si, de ellas, llegará a encontrar su estilo más personal, el color de los fauvista o la visión de los volúmenes de los cubistas. Esta personalidad artística, ya desarrollada, la veremos en Barcelona en 1911 consagrándose como nuevo lider del noucentisme.
Nuestra obra nos sitúa a Sunyer en su ciudad natal, un paisaje del interior que es lo que le gustaba pintar en Sitges. La visión del pintor cambia cuando en 1922 se compra una masía a las afueras de Sitges y así lo deja dicho en 1930 en el periodico barcelonés “La Nau”:
“Aquella impresión de luz y mar y de formas claras que vivía adormecida en mi espiritu se me reveló de una manera decidida...”
La evolución de Sunyer se ve en este momento, vuelve a conectar con el paisaje, lo que tanto deseó de una manera expontánea, queriendo plasmar lo cotidiano y lo que tiene a su alrededor, un Sunyer mucho más humanizado vinculado con la tierra, esencia de su obra hasta el final de sus días.

Precio salida: 20.000 €

VENDIDO
892. JOAQUÍN SOROLLA Y BASTIDA (Valencia, 1863 - Madrid, 1923)Paisaje de Jávea

Óleo sobre cartón Moirinat, París
19 x 23,8 cm
Firmado con rúbrica áng. inf. izdo: J. Sorolla B
En el reverso: "Moirinat, París" sello de manufactura; Etiqueta: "Monsieur/Grignard/48 ru Sn Ferdinand": "53" a lápiz.
Pintado hacia 1905.
 
PROCEDENCIA:
Mr. Grignard, París, comprado al artista en la exposición de París de 1906.
Colección particular.
 
EXPOSICIONES:
París, Galeria Georges Petit, Exposition Joaquin Sorolla y Bastida, 12 de junio-10 de julio, 1906, nº 342 (Jávea).
 
Agradecemos a Blanca Pons-Sorolla su inestimable ayuda en la catalogación de esta obra con nº de inventario BPS 1500.
 
Pintada hacía 1905, Sorolla está en Jávea y nos muestra una vista del Cabo de San Martín y Cala Sardinera. Bernardino de Pantorba nos describe perfectamente este momento de la vida de Sorolla, como gran colorista y aplaudiendo su destreza y rapidez de ejecución. Ya Sorolla hablando sobre sí mismo decía:
“Me sería imposible pintar despacio al aire libre, aunque quisiera...No hay nada inmóvil en lo que nos rodea. El mar se riza a cada instante; la nube se deforma, al mudar de sitio; la cuerda que pende de ese barco oscila lentamente; ese muchacho salta; esos arbolillos doblan sus ramas y tornan a levantarlas....Pero aunque todo estuviera petrificado y fijo, bastaría que se moviera el sol, que lo hace de continuo, para dar diverso aspecto a las cosas...Hay que pintar deprisa, porque ¡Cuánto se pierde, fugaz, que no vuelve a encontrarse!”.
Esta obra pertenece a los años de triunfo y madurez en la obra de Sorolla, nuestro cuadro fue expuesta en 1906 en la Galeria Georges Petit de París y eso era un sinónimo de éxito. Sus mejores obras de Javea son de este momento, 1905, y destacamos “En las rocas y bote blanco” en la colección de Carmen Thyssen, “Niño al borde del agua” en el Museo de Bonnat, “El bote blanco”, “Clotilde en la playa”, “ Clotilde y Elena en las rocas de Javea”, todos en colección particular o “Niñas tomando el baño” en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.  

Precio salida

20.000 €

VENDIDO POR

75.000 €
VENDIDO
892. JOAQUÍN SOROLLA Y BASTIDA (Valencia, 1863 - Madrid, 1923)Paisaje de Jávea

Óleo sobre cartón Moirinat, París
19 x 23,8 cm
Firmado con rúbrica áng. inf. izdo: J. Sorolla B
En el reverso: "Moirinat, París" sello de manufactura; Etiqueta: "Monsieur/Grignard/48 ru Sn Ferdinand": "53" a lápiz.
Pintado hacia 1905.
 
PROCEDENCIA:
Mr. Grignard, París, comprado al artista en la exposición de París de 1906.
Colección particular.
 
EXPOSICIONES:
París, Galeria Georges Petit, Exposition Joaquin Sorolla y Bastida, 12 de junio-10 de julio, 1906, nº 342 (Jávea).
 
Agradecemos a Blanca Pons-Sorolla su inestimable ayuda en la catalogación de esta obra con nº de inventario BPS 1500.
 
Pintada hacía 1905, Sorolla está en Jávea y nos muestra una vista del Cabo de San Martín y Cala Sardinera. Bernardino de Pantorba nos describe perfectamente este momento de la vida de Sorolla, como gran colorista y aplaudiendo su destreza y rapidez de ejecución. Ya Sorolla hablando sobre sí mismo decía:
“Me sería imposible pintar despacio al aire libre, aunque quisiera...No hay nada inmóvil en lo que nos rodea. El mar se riza a cada instante; la nube se deforma, al mudar de sitio; la cuerda que pende de ese barco oscila lentamente; ese muchacho salta; esos arbolillos doblan sus ramas y tornan a levantarlas....Pero aunque todo estuviera petrificado y fijo, bastaría que se moviera el sol, que lo hace de continuo, para dar diverso aspecto a las cosas...Hay que pintar deprisa, porque ¡Cuánto se pierde, fugaz, que no vuelve a encontrarse!”.
Esta obra pertenece a los años de triunfo y madurez en la obra de Sorolla, nuestro cuadro fue expuesta en 1906 en la Galeria Georges Petit de París y eso era un sinónimo de éxito. Sus mejores obras de Javea son de este momento, 1905, y destacamos “En las rocas y bote blanco” en la colección de Carmen Thyssen, “Niño al borde del agua” en el Museo de Bonnat, “El bote blanco”, “Clotilde en la playa”, “ Clotilde y Elena en las rocas de Javea”, todos en colección particular o “Niñas tomando el baño” en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.  

Precio salida: 20.000 €

VENDIDO POR: 75.000 €

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