EUGENIO LUCAS VELÁZQUEZ (Madrid , 1817-1870)
La Mascarada
c. 1862

Óleo sobre hojalata. 31,8 x 43,5 cm.
En el reverso con etiqueta de la Junta delegada de Incautación.
 
Procedencia:
Antigua colección de Marcial Torres Ardid.
Colección P.S, Madrid.
Colección particular española.
 
Exposición:
1960, Club Urbis, Eugenio Lucas Padilla.
 
Bibliografía:
Arnáiz, J.M, Eugenio Lucas, su vida y obra, M. Montal, Editor, Madrid, 1981, p. 31 (ilustrado a color y con catalogación errónea en su técnica, es óleo sobre hojalata en lugar óleo sobre tabla), p. 41 (detalle), pp. 508 y 509, nº 398 (ilustrado en blanco y negro).
 
Eugenio Lucas fue un artista romántico profundamente influenciado por el universo creativo de Francisco de Goya. La obra de Goya marcará el estilo y la personalidad creativa de Lucas, alejándolo del academicismo convencional. En las composiciones goyescas encontró un rico filón para desarrollar una pintura imaginativa que exploraba pasiones desatadas, visiones fantásticas y escenas de intenso dramatismo, todo ello imbuido del espíritu romántico más genuino. Sus obras a menudo representaban escenas de la Inquisición, aquelarres, brujerías, romerías, manolas y corridas de toros.
 
La obra que presentamos, proveniente de la Antigua colección de Don Marcial Torres Adalid, quien era amigo personal de Lucas y, con seguridad, su mejor cliente, nos muestra al artista representando una escena de máscaras sobre un fondo de paisaje. Esta temática fue abordada por Lucas en otras ocasiones, como en el Baile de máscaras (en una colección particular) y en el Sermón de las máscaras (en el Museo Nacional del Prado).
 
Este cuadro pintado sobre cobre, representa una manifestación inequívoca y explosiva de la personalidad artística de Lucas. La pincelada nerviosa y rítmica se concibe como una melodía perfectamente orquestada, con toques sabios y gruesos de color sobrepuestos, que dotan a la obra de relieves brillantes y esmaltados. Sobre un fondo de paisaje, de cielos turbulentos y atmósfera intrigante, desfilan un conjunto de personajes goyescos, mientras que, en el centro de la composición, un denso gentío de enmascarados y no enmascarados. Es interesante destacar la figura a la derecha de la composición, sosteniendo una escoba, que ya Arnáiz, en el catálogo razonado del pintor, identifica como un autorretrato caricaturesco del propio pintor.