Precio salida
20.000 €
Descripción del lote
MANUEL BARRÓN Y CARRILLO (Sevilla, 1814-1884)
Bandoleros en la cueva del gato, en la serranía de Ronda
Sevilla, 1857
Óleo sobre lienzo. 117 x 77 cm.
Firmado y fechado: «Manuel Barrón Sevilla 1857»
PROCEDENCIA
Pedro María de Rojas y Solís-Beaumont, marqués de Tablantes (Sevilla, 1907-1989).
BIBLIOGRAFÍA:
ARIAS ANGLÉS, Enrique, «Manuel Barrón y Carrillo, pintor sevillano», Archivo Español de Arte, Madrid, 1982, pg. 336. fig. 11.
Manuel Barrón y Carrillo (1814-1884) fue el máximo representante del paisajismo romántico andaluz durante el siglo XIX. Influido por la tradición académica y el romanticismo, se especializó en la representación de paisajes andaluces.
La Cueva del Gato, situada en la serranía y a unos diez kilómetros de Ronda, con una extensión interior de 4.480 metros y el río Guadares discurriendo a través de ella hasta desembocar en el río Guadiaro, ha sido un importante yacimiento arqueológico utilizado desde el Paleolítico. Durante el siglo XIX, en el apogeo del bandolerismo andaluz esta cueva y sus alrededores sirvieron de refugio a bandoleros y contrabandistas, como el famoso José María “El Tempranillo”. La compleja geografía y los recovecos ofrecían un escondite ideal contra las autoridades. Su impresionante belleza y las historias que la rodeaban atrajeron a viajeros románticos de la época.
Nuestra obra representa la primera versión de la emblemática vista de la Cueva del Gato por Barrón. Dada a conocer por Arias Anglés en 1982, presenta una composición diferente a las dos posteriores de este pintor en los museos de Bellas Artes de Sevilla (68 x 114 cm, fechada en 1869) (Ver: https://www.museosdeandalucia.es/web/museodebellasartesdesevilla/obras-singulares/-/asset_publisher/GRnu6ntjtLfp/content/la-cueva-del-gato?inheritRedirect=true) y Carmen Thyssen de Málaga (72 x 105 cm, fechado en 1860) (ver: https://www.carmenthyssenmalaga.org/obra/emboscada-a-unos-bandoleros-en-la-cueva-del-gato) , tanto en el paisaje que se observa desde la entrada de la cueva como en el encuadre general. Aquí los contrabandistas aparecen en un plano cercano al espectador, mientras uno de ellos vigila la entrada del escondite desde fuera. A diferencia de las otras dos versiones, la orografía en esta pintura es menos abrupta, transformándose en un entorno más despejado, con suaves montañas al fondo. Parece que las tres obras formarían una secuencia, siendo la que nos ocupa, firmada en 1857, la más temprana de todas y comienzo de la serie.
Confirme su puja máxima
Confirme su puja máxima
Cargando...
Conectando con el servidor
¿Seguro que desea comprar el lote?
Confirme su puja máxima