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949. MARTÍN RICO Y ORTEGA (Madrid, 1833 - Venecia, 1908)
Vista de la Costa Azul, bahía de la Corniche, 1881

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8.000 €

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Descripción del lote


MARTÍN RICO Y ORTEGA (Madrid, 1833 - Venecia, 1908)
Vista de la Costa Azul, bahía de la Corniche, 1881

Óleo sobre tabla
22,2 x 34,3 cm
Firmado áng. inf. izq.: Rico
 
PROCEDENCIA:
Colección particular
 
Martín Rico fue uno de los pintores españoles del siglo XIX más queridos por sus compañeros y destacó por ser el primero en pintar al natural. A partir de la década de 1860 toda su obra se realizó directamente del natural, motivo por el cual desde ese momento no encontramos obras que superen el metro de tamaño. Prefería el formato mediano, ya que le permitía transportarlo fácilmente en su caballete de campo. Hasta los años 1866-1867 todavía pintaba en su taller obras de gran formato basadas en bocetos y estudios tomados al natural.
Durante la primavera de 1881 pinta en la Costa azul. Nuestra escena se despliega como una visión luminosa y serena del litoral: un caserón blanco con vistas al mar domina un promontorio rocoso cubierto de vegetación, mientras un pequeño bote descansa en la cala protegida al pie del acantilado. Al fondo, la línea de montañas se desvanece suavemente entre la bruma cálida del mediodía.
La composición combina la observación directa con el refinado sentido ornamental que caracterizó al artista tras su contacto con el paisajismo italiano y con las corrientes naturalistas francesas. La pincelada, minuciosa pero vibrante, captura la transparencia atmosférica, los reflejos plateados del agua y los matices delicados del cielo que transita del azul intenso a los tonos perlados del horizonte.
Rico despliega aquí su maestría en el uso de la luz, entendida no solo como un elemento descriptivo sino como el verdadero eje emocional del paisaje. La ausencia de figuras refuerza la contemplación silenciosa del entorno, subrayando el carácter casi idílico de la costa mediterránea en un momento en que se convertía en destino predilecto de viajeros y pintores.
Costa azul es un ejemplo de la madurez del artista y de la síntesis que logró entre la precisión topográfica, la atmósfera impresionista y la sensibilidad poética que marcó su producción tardía.
Rico estudió nuestra vista de la Costa Azul en un dibujo muy detallado a doble página recogido en su cuaderno nº 15: Beaulieu, Mentón, Venecia, núms 114-115).
 





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