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489. Virgen DolorosaMadera de cedro tallada, policromada , estofada, dorada , esgrafiada y punzonada.Escultura Colonial Novohispana, S. XVIII.

Medidas: 93 x 43 x 33 cm. La estructura de la escultura es hueca y está formada por cuatro piezas talladas separadamente que después fueron unidas entre si por medio de clavos de forja y encoladuras de tela constituyendo el núcleo principal de la escultura al que posteriormente le fueron adheridos por medio de espigas encoladas varios elementos como la cara, las manos, los pies y diversos componentes del ropaje como la toca, pliegues y otras piezas de las vestiduras ricas. La Virgen esta dispuesta de frente y tiene la pierna izquierda flexionada hacia adelante mientras que la derecha aparece retrasada respecto al eje vertical de la escultura colaborando así de manera efectiva en la realización del efecto de movimiento de contorsión de la figura, este efecto también es acrecentado por el desplazamiento lateral de la cabeza respecto a la posición del tronco y las manos. Este efecto es magnificado por el vuelo circular del manto sobre la cintura, donde parece orbitar en torno a esta, y el borde inferior de aquel donde la gran cenefa dorada forma un saliente volado en pico muy característico de la época. En contraposición en la zona derecha de la escultura vemos que el manto descansa plegado en torno al antebrazo formando un volumen muy denso que ayuda a equilibrar la composición. Las vestiduras de la escultura están formadas por una túnica larga que cae formando pliegues con sinuoso movimiento hasta la base, estando ceñida a la cintura por un cinto de doble cordaje, rematada en su parte superior por una guarnición dorada con pedrería preciosa de rubíes y esmeraldas y en su parte inferior por una cenefa lisa dorada. El acabado de las vestiduras es riquísimo y exquisito como corresponde a una escultura de una calidad plástica elevadísima como es el caso de la pieza que aquí detallamos. La túnica tiene como elemento decorativo principal a unas peonias o rosas rojas policromadas sobre un textil rico blanco esgrafiado con líneas doradas acompañadas y unidas por sus ramajes y hojas correspondientes. En Mexico podemos encontrar esculturas novohispanas de calidad comparable a la que aquí presentamos en los Museos Soumaya , Amparo y Franz Mayer siendo especificamente la Santa Lucia que atesora este ultimo un clarísimo referente con grandes similitudes con nuestra escultura en cuanto a calidad , estilo y técnica constructiva . En relación a las piezas que se encuentran en estos museos también hay que significar la extraordinaria dimensión de la pieza aquí expuesta lo que nos hace pensar que se pueda tratar de una escultura no de devoción privada sino de culto publico.

Precio salida

18.000 €

489. Virgen DolorosaMadera de cedro tallada, policromada , estofada, dorada , esgrafiada y punzonada.Escultura Colonial Novohispana, S. XVIII.

Medidas: 93 x 43 x 33 cm. La estructura de la escultura es hueca y está formada por cuatro piezas talladas separadamente que después fueron unidas entre si por medio de clavos de forja y encoladuras de tela constituyendo el núcleo principal de la escultura al que posteriormente le fueron adheridos por medio de espigas encoladas varios elementos como la cara, las manos, los pies y diversos componentes del ropaje como la toca, pliegues y otras piezas de las vestiduras ricas. La Virgen esta dispuesta de frente y tiene la pierna izquierda flexionada hacia adelante mientras que la derecha aparece retrasada respecto al eje vertical de la escultura colaborando así de manera efectiva en la realización del efecto de movimiento de contorsión de la figura, este efecto también es acrecentado por el desplazamiento lateral de la cabeza respecto a la posición del tronco y las manos. Este efecto es magnificado por el vuelo circular del manto sobre la cintura, donde parece orbitar en torno a esta, y el borde inferior de aquel donde la gran cenefa dorada forma un saliente volado en pico muy característico de la época. En contraposición en la zona derecha de la escultura vemos que el manto descansa plegado en torno al antebrazo formando un volumen muy denso que ayuda a equilibrar la composición. Las vestiduras de la escultura están formadas por una túnica larga que cae formando pliegues con sinuoso movimiento hasta la base, estando ceñida a la cintura por un cinto de doble cordaje, rematada en su parte superior por una guarnición dorada con pedrería preciosa de rubíes y esmeraldas y en su parte inferior por una cenefa lisa dorada. El acabado de las vestiduras es riquísimo y exquisito como corresponde a una escultura de una calidad plástica elevadísima como es el caso de la pieza que aquí detallamos. La túnica tiene como elemento decorativo principal a unas peonias o rosas rojas policromadas sobre un textil rico blanco esgrafiado con líneas doradas acompañadas y unidas por sus ramajes y hojas correspondientes. En Mexico podemos encontrar esculturas novohispanas de calidad comparable a la que aquí presentamos en los Museos Soumaya , Amparo y Franz Mayer siendo especificamente la Santa Lucia que atesora este ultimo un clarísimo referente con grandes similitudes con nuestra escultura en cuanto a calidad , estilo y técnica constructiva . En relación a las piezas que se encuentran en estos museos también hay que significar la extraordinaria dimensión de la pieza aquí expuesta lo que nos hace pensar que se pueda tratar de una escultura no de devoción privada sino de culto publico.

Precio salida: 18.000 €

500. Guglielmo della Porta (Porlezza, h. 1515- Roma, 1577)Cristo crucificado.Roma, hacia 1569- 1577..

Medidas: 20 x 19 cm. Altura total: 23 cm. Se trata de una figura de Cristo muerto, con la cabeza inclinada hacia su derecha y los brazos extendidos levantados ligeramente hacia arriba formando un ángulo. El cuerpo está situado frontalmente y únicamente la pierna derecha presenta una torsión a la altura de las rodillas que aparecen juntas. Las manos tienen los dedos pulgar y anular unidos en actitud de bendecir. El paño de pureza, muy estrecho, se recoge también a la derecha con un cordón, después de envolverse en ese lado. Conserva los tres orificios de los clavos y otro en la cabeza, señal de que tenía nimbo de santidad. Ha perdido la cruz. La figura es alargada y el estudio anatómico está realizado con gran detalle, pudiéndose apreciar los músculos, las costillas y las venas. En el costado aparece la señal de la lanza que lo atravesó ya después de muerto y las gotas de sangre y agua que brotaron de ella, como narran los Evangelios. También se representan en el pie derecho como señal de la herida producida por el clavo que lo atravesó. El rostro está trabajado con una gran delicadeza, mostrando unos rasgos definidos, con los ojos y la boca cerrados. El cabello, peinado con raya en medio, cae hacia delante por el lado derecho y por la espalda, en forma de largos mechones. Tiene bigote y larga barba partida. El perizonium está trabajado a punzón, con un punteado diminuto, para diferenciar la textura del material que se representa. Todo el borde de la tela está recorrido por una cenefa, y termina en el extremo con una original doblez en forma de círculos concéntricos. Tanto la iconografía, como la proporción de la figura de Cristo, alta y esbelta con la elegante curva del contraposto, los rasgos faciales, el estudio anatómico y la forma del perizonium, son sin duda creación del escultor Guglielmo della Porta. (La investigación de su obra parte de los valiosos ensayos que le dedicó GRAMBERG entre 1937 y 1984, fundamentalmente la publicación en 1964 de los cuadernos de dibujos con abundante documentación. Para la biografía véase BRENTANO, 1989, XXXVII, pp. 192-199, con la bibliografía anterior a 1989.) La actividad de Guglielmo della Porta como creador de crucifijos en plata o en metal dorado, en diferentes tamaños, aparece documentada en Roma, en la primavera de 1569, en una carta dirigida a su amigo, el también escultor Bartolomeo Ammannati, donde le refería que estaba trabajando en la creación de algunos crucifijos de diversos tamaños y materiales, todos según las normas del Concilio de Trento: “Me he esforzado otra vez en diversos Critos en la cruz, el mayor de los cuales es de tres palmos (66,9 cm). Los he vaciado en metal dorado y en plata, y esculpidos todos según el parecer y juicio de los buenos teólogos, y no he dado fuera sino uno a su Santidad (pio V), y este no es de los tres que me han agradado más. Pienso mandar uno de estos y no quiero decir por ahora a quién.” (En italiano en el original: “...Ho faticato ancora in diversi Cristi in Croce, il maggior de quali è di tre palmi (66,9 cm). Ne ho gittato di metallo indorati et d’argento, et scolpitoli tutti co’l parrere et giuditio de buoni Teologi, et fin qui non ne ho dato fuora se non uno à S. Santità, et questo ancora non è di li tre de quali mi sono più compiaciuto. Penso mandarne uno in coteste bande et non voglio dirvi per hora à chi.” Publicado por GRAMBERG, 1981, p. 96. Se acompaña estudio de Doña Charo Coppel, así como el texto de la catalogación que presentamos.

Precio salida

20.000 €

500. Guglielmo della Porta (Porlezza, h. 1515- Roma, 1577)Cristo crucificado.Roma, hacia 1569- 1577..

Medidas: 20 x 19 cm. Altura total: 23 cm. Se trata de una figura de Cristo muerto, con la cabeza inclinada hacia su derecha y los brazos extendidos levantados ligeramente hacia arriba formando un ángulo. El cuerpo está situado frontalmente y únicamente la pierna derecha presenta una torsión a la altura de las rodillas que aparecen juntas. Las manos tienen los dedos pulgar y anular unidos en actitud de bendecir. El paño de pureza, muy estrecho, se recoge también a la derecha con un cordón, después de envolverse en ese lado. Conserva los tres orificios de los clavos y otro en la cabeza, señal de que tenía nimbo de santidad. Ha perdido la cruz. La figura es alargada y el estudio anatómico está realizado con gran detalle, pudiéndose apreciar los músculos, las costillas y las venas. En el costado aparece la señal de la lanza que lo atravesó ya después de muerto y las gotas de sangre y agua que brotaron de ella, como narran los Evangelios. También se representan en el pie derecho como señal de la herida producida por el clavo que lo atravesó. El rostro está trabajado con una gran delicadeza, mostrando unos rasgos definidos, con los ojos y la boca cerrados. El cabello, peinado con raya en medio, cae hacia delante por el lado derecho y por la espalda, en forma de largos mechones. Tiene bigote y larga barba partida. El perizonium está trabajado a punzón, con un punteado diminuto, para diferenciar la textura del material que se representa. Todo el borde de la tela está recorrido por una cenefa, y termina en el extremo con una original doblez en forma de círculos concéntricos. Tanto la iconografía, como la proporción de la figura de Cristo, alta y esbelta con la elegante curva del contraposto, los rasgos faciales, el estudio anatómico y la forma del perizonium, son sin duda creación del escultor Guglielmo della Porta. (La investigación de su obra parte de los valiosos ensayos que le dedicó GRAMBERG entre 1937 y 1984, fundamentalmente la publicación en 1964 de los cuadernos de dibujos con abundante documentación. Para la biografía véase BRENTANO, 1989, XXXVII, pp. 192-199, con la bibliografía anterior a 1989.) La actividad de Guglielmo della Porta como creador de crucifijos en plata o en metal dorado, en diferentes tamaños, aparece documentada en Roma, en la primavera de 1569, en una carta dirigida a su amigo, el también escultor Bartolomeo Ammannati, donde le refería que estaba trabajando en la creación de algunos crucifijos de diversos tamaños y materiales, todos según las normas del Concilio de Trento: “Me he esforzado otra vez en diversos Critos en la cruz, el mayor de los cuales es de tres palmos (66,9 cm). Los he vaciado en metal dorado y en plata, y esculpidos todos según el parecer y juicio de los buenos teólogos, y no he dado fuera sino uno a su Santidad (pio V), y este no es de los tres que me han agradado más. Pienso mandar uno de estos y no quiero decir por ahora a quién.” (En italiano en el original: “...Ho faticato ancora in diversi Cristi in Croce, il maggior de quali è di tre palmi (66,9 cm). Ne ho gittato di metallo indorati et d’argento, et scolpitoli tutti co’l parrere et giuditio de buoni Teologi, et fin qui non ne ho dato fuora se non uno à S. Santità, et questo ancora non è di li tre de quali mi sono più compiaciuto. Penso mandarne uno in coteste bande et non voglio dirvi per hora à chi.” Publicado por GRAMBERG, 1981, p. 96. Se acompaña estudio de Doña Charo Coppel, así como el texto de la catalogación que presentamos.

Precio salida: 20.000 €

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