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790. BLAS DE LEDESMA (pintor activo en Granda, entre 1602 y 1617)Pareja de bodegones

Dos óleos sobre lienzo. 47 x 80,5 cm, cada uno.
Uno firmado: B.deL.”.
Uno inscrito en el bastidor: “26” y en el lienzo: “214”; otro inscrito en el bastidor: “25” y en el lienzo: “212”.
 
PROCEDENCIA:
Colección particular española.
 
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA:
Torres Martín, Ramón, Blas de Ledesma y el bodegón español, Madrid, 1978.
 
Importante pareja de bodegones inéditos de Blas de Ledesma uno de los primeros pintores de bodegones en España, antecesor de Juan Van der Hamen y Pedro de Camprobín, que trabajó en Granada en la década de 1603- 1613.
 
Representan: uno Bodegón de melón, peras, ciruelas en un cuenco de cerámica decorado con paisaje, manzanas, jarro en cristal con margaritas y claveles; manzanas sobre un pedestal de piedra con dos pajaros al fondo un cortinaje rojo; otro, Bodegón, de membrillos, granadas, en en cuenco tipo Delf, con decoración de paisaje y rio, manzanas una sandía, un jarrón de metal sobre un tapete en rojo con decoración romboidal al fondo cortinaje rojo.
 
Uno de ellos firmado, en la hoja del cuchillo con iniciales "B.deL.",
 
Torres Martín en su catálogo razonado de Blas de Ledesma establece dentro de la producción del pintor tres etapas. Basándonos en este orden, podemos establecer que esta pareja de lienzos fueron ejecutados en el último decenio del siglo XVII.
 
Nos encontramos ante un Ledesma maduro, con un dominio técnico, dibujistico y espacial. Sobre sus habituales fondos de cortinaje en color rojizo que se abre a un lado de la composición, el pintor introduce el gris en los fondos y dispone sabiamente cada uno de los elementos con un perfecto dominio de la perspectiva. Se suceden las frutas, los jarros en metal, los personalísimo cuencos decorados en tonos azules y blancos, los pájaros, el cuchillo....Percibimos ligeramente que cada uno de los elementos no están realmente apoyados, parecen flotar en el aire, todo está ingrávido, lo que supone una manifestación de la preocupación del pintor por la expresión de los objetos que le permitió detenerse en la textura, el perfilado y el acabado de cada uno de ellos. Nos encontramos, con la utilización de unos tonos más refinados que en etapas anteriores y una mayor variedad cromática que dotan a esta pareja de bodegones de una elegancia esquisita y sofisticada.
 
Para ver otros bodegones de Blas de Ledesma ( Ver: Torres Martin, Ramón: Blas de Ledesma y el bodegón español, Madrid, 1870.

Precio salida

30.000 €

VENDIDO POR

40.000 €
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790. BLAS DE LEDESMA (pintor activo en Granda, entre 1602 y 1617)Pareja de bodegones

Dos óleos sobre lienzo. 47 x 80,5 cm, cada uno.
Uno firmado: B.deL.”.
Uno inscrito en el bastidor: “26” y en el lienzo: “214”; otro inscrito en el bastidor: “25” y en el lienzo: “212”.
 
PROCEDENCIA:
Colección particular española.
 
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA:
Torres Martín, Ramón, Blas de Ledesma y el bodegón español, Madrid, 1978.
 
Importante pareja de bodegones inéditos de Blas de Ledesma uno de los primeros pintores de bodegones en España, antecesor de Juan Van der Hamen y Pedro de Camprobín, que trabajó en Granada en la década de 1603- 1613.
 
Representan: uno Bodegón de melón, peras, ciruelas en un cuenco de cerámica decorado con paisaje, manzanas, jarro en cristal con margaritas y claveles; manzanas sobre un pedestal de piedra con dos pajaros al fondo un cortinaje rojo; otro, Bodegón, de membrillos, granadas, en en cuenco tipo Delf, con decoración de paisaje y rio, manzanas una sandía, un jarrón de metal sobre un tapete en rojo con decoración romboidal al fondo cortinaje rojo.
 
Uno de ellos firmado, en la hoja del cuchillo con iniciales "B.deL.",
 
Torres Martín en su catálogo razonado de Blas de Ledesma establece dentro de la producción del pintor tres etapas. Basándonos en este orden, podemos establecer que esta pareja de lienzos fueron ejecutados en el último decenio del siglo XVII.
 
Nos encontramos ante un Ledesma maduro, con un dominio técnico, dibujistico y espacial. Sobre sus habituales fondos de cortinaje en color rojizo que se abre a un lado de la composición, el pintor introduce el gris en los fondos y dispone sabiamente cada uno de los elementos con un perfecto dominio de la perspectiva. Se suceden las frutas, los jarros en metal, los personalísimo cuencos decorados en tonos azules y blancos, los pájaros, el cuchillo....Percibimos ligeramente que cada uno de los elementos no están realmente apoyados, parecen flotar en el aire, todo está ingrávido, lo que supone una manifestación de la preocupación del pintor por la expresión de los objetos que le permitió detenerse en la textura, el perfilado y el acabado de cada uno de ellos. Nos encontramos, con la utilización de unos tonos más refinados que en etapas anteriores y una mayor variedad cromática que dotan a esta pareja de bodegones de una elegancia esquisita y sofisticada.
 
Para ver otros bodegones de Blas de Ledesma ( Ver: Torres Martin, Ramón: Blas de Ledesma y el bodegón español, Madrid, 1870.

Precio salida: 30.000 €

VENDIDO POR: 40.000 €

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796. DIEGO DE MENDOZA (Escuela Mexicana, ff. siglo XVII- pp. siglo XVIII)Verdadero retrato de la Virgen de la Fuencislah. 1691

Óleo sobre lienzo. 93 x 70,5 cm.
En el reverso inscrito a tiza: "51/73".
Inscrito: "A devoción de D. Gaspar de la Cerda Sandoval Silva y Mendoza Conde Galve Virrey de Nueva España. En México, Año de 1691. Diego de Mendoza fecit".
 
Gaspar de la Cerda Sandoval Silva y Mendoza, Conde de Galve fue Virrey de México. Nacio en Pastrana en 1653 y murió en el Puerto de Santa María en 1697. Fue virrey de Nueva España entre 1688 y 1696. Destacó durante su mandato en México por sofocar un motín que tuvo lugar en la misma ciudad en 1692 y salvó de las llamas el archivo virreinal y un conjunto de cuadros.
 
La obra que presentamos fue un encargo del Virrey Gaspar de la Cerda Sandoval Silva y Mendoza a don Diego de Mendoza. En el libro de Manuel Toussaint “Pintura colonial en México”, figura un Diego de Mendoza como suegro de Villalpando, pintor de Puebla h. 1685 y padre del artista poblano don Miguel de Mendoza.
 
La Virgen de la Fuencisla es una advocación mariana venerada en la ciudad de Segovia, de la que es patrona. En el centro de la composición la Virgen de la Fuencisla, coronada con dos nimbos estrellados sostiene al Niño en sus brazos y situada sobre una peana en tono plateado los tres ángeles músicos. En un primer término, dos jarrones de flores y enmarcando la imagen, unos cortinajes recogidos por ángeles.
 
Es evidente el intercambio que se desarrolló durante los siglos XVII y XVIII de nuestro país con el virreinato de Nueva España, y son patentes el intercambio de obras y advocaciones de origen europeo y propiamente novohispanas. Sobre la Virgen de la Fuencisla hemos podido localizar una pintura en el Museo Nacional de Arte de Bolivia.

Precio salida

2.000 €

VENDIDO POR

2.750 €
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796. DIEGO DE MENDOZA (Escuela Mexicana, ff. siglo XVII- pp. siglo XVIII)Verdadero retrato de la Virgen de la Fuencislah. 1691

Óleo sobre lienzo. 93 x 70,5 cm.
En el reverso inscrito a tiza: "51/73".
Inscrito: "A devoción de D. Gaspar de la Cerda Sandoval Silva y Mendoza Conde Galve Virrey de Nueva España. En México, Año de 1691. Diego de Mendoza fecit".
 
Gaspar de la Cerda Sandoval Silva y Mendoza, Conde de Galve fue Virrey de México. Nacio en Pastrana en 1653 y murió en el Puerto de Santa María en 1697. Fue virrey de Nueva España entre 1688 y 1696. Destacó durante su mandato en México por sofocar un motín que tuvo lugar en la misma ciudad en 1692 y salvó de las llamas el archivo virreinal y un conjunto de cuadros.
 
La obra que presentamos fue un encargo del Virrey Gaspar de la Cerda Sandoval Silva y Mendoza a don Diego de Mendoza. En el libro de Manuel Toussaint “Pintura colonial en México”, figura un Diego de Mendoza como suegro de Villalpando, pintor de Puebla h. 1685 y padre del artista poblano don Miguel de Mendoza.
 
La Virgen de la Fuencisla es una advocación mariana venerada en la ciudad de Segovia, de la que es patrona. En el centro de la composición la Virgen de la Fuencisla, coronada con dos nimbos estrellados sostiene al Niño en sus brazos y situada sobre una peana en tono plateado los tres ángeles músicos. En un primer término, dos jarrones de flores y enmarcando la imagen, unos cortinajes recogidos por ángeles.
 
Es evidente el intercambio que se desarrolló durante los siglos XVII y XVIII de nuestro país con el virreinato de Nueva España, y son patentes el intercambio de obras y advocaciones de origen europeo y propiamente novohispanas. Sobre la Virgen de la Fuencisla hemos podido localizar una pintura en el Museo Nacional de Arte de Bolivia.

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VENDIDO POR: 2.750 €

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799. VIRREINATO DEL PERÚ, SIGLO XVIIIArcángel

Óleo sobre lienzo. 154,5 x 99,5 cm, sin marco.
 
La pintura de ángeles en la pintura virreinal del Sur Andino, Bolivia y Perú alcanza una de las expresiones más atractivas en el arte de todos los tiempos como ya sugirió el académico peruano Francisco Stastny, “la abundancia de pinturas de ángeles en Bolivia y Perú coloniales podría deberse a su atractivo para la pintura de indígenas”. Las figuras pioneras de los ángeles llegaron a Sudamérica con los primeros misioneros, sobre todo los jesuitas, que difundieron la devoción angelical como parte de la evangelización y cristianización. Eran considerados, mensajeros de Dios, criaturas de amor y misericordia, cuya misión era proteger a cada hombre en el camino arduo y peligroso de la vida. La religiosidad andina, las relacionaron con sus dioses, con sus aves sagradas y las plumas usadas como símbolo de poder y realeza.
 
Sobre un fondo de paisaje, el artista ha situado de pie con una atenta mirada al espectador la figura del arcángel alada. Sostiene en su mano derecha una espiga, Viste túnica morada y azul y capa en amarillo. Destacamos el fino encaje adornado con flores y cenefa de las mangas.
 
Otros ejemplos de arcángeles los podemos encontrar en Bolivia: Museo de arte de la Paz, en la iglesia de Calamarca, en la iglesia de Carabuco y en Perú: en la Igleisa de Chincheros, en el Museo de Arte de Cuzco; en el templo de San Pedro de la Comunidad de Challapampa, en Puno; en el convento de Santa Clara de Trujillo y en el Museo de Santa Teresa, en Arequipa.

Precio salida

9.000 €

VENDIDO POR

19.000 €
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799. VIRREINATO DEL PERÚ, SIGLO XVIIIArcángel

Óleo sobre lienzo. 154,5 x 99,5 cm, sin marco.
 
La pintura de ángeles en la pintura virreinal del Sur Andino, Bolivia y Perú alcanza una de las expresiones más atractivas en el arte de todos los tiempos como ya sugirió el académico peruano Francisco Stastny, “la abundancia de pinturas de ángeles en Bolivia y Perú coloniales podría deberse a su atractivo para la pintura de indígenas”. Las figuras pioneras de los ángeles llegaron a Sudamérica con los primeros misioneros, sobre todo los jesuitas, que difundieron la devoción angelical como parte de la evangelización y cristianización. Eran considerados, mensajeros de Dios, criaturas de amor y misericordia, cuya misión era proteger a cada hombre en el camino arduo y peligroso de la vida. La religiosidad andina, las relacionaron con sus dioses, con sus aves sagradas y las plumas usadas como símbolo de poder y realeza.
 
Sobre un fondo de paisaje, el artista ha situado de pie con una atenta mirada al espectador la figura del arcángel alada. Sostiene en su mano derecha una espiga, Viste túnica morada y azul y capa en amarillo. Destacamos el fino encaje adornado con flores y cenefa de las mangas.
 
Otros ejemplos de arcángeles los podemos encontrar en Bolivia: Museo de arte de la Paz, en la iglesia de Calamarca, en la iglesia de Carabuco y en Perú: en la Igleisa de Chincheros, en el Museo de Arte de Cuzco; en el templo de San Pedro de la Comunidad de Challapampa, en Puno; en el convento de Santa Clara de Trujillo y en el Museo de Santa Teresa, en Arequipa.

Precio salida: 9.000 €

VENDIDO POR: 19.000 €

809. JOAQUÍN INZA (Ágreda, Soria, 1736-Madrid, 1811)Retrato de Don Pedro Jordán de Urriés y Fuenbuena, III Marqués de Ayerbe

Óleo sobre lienzo. 138,5 x 108 cm. Medidas con marco. 200 x 135 cm.
Inscrito en la cartela del copete del marco en madera tallada, estofada y dorada: IImo. Sr. Dn. Pedro Jordan Maria D. Urries y Fuenbuena infante D Na. Señora Nacio en 13 D Octubre D 1770.
 
PROCEDENCIA:
Antigua colección del Palacio de Ayerbe.
Antigua colección particular Madrid.
Colección particular Zaragoza.
BIBLIOGRAFÍA:
ARNAIZ, Jose Manuel, Francisco de Goya: tres cuadros, tres épocas, Archivo Español de Arte, Tomo 70, Nº 280, 1997, págs. 381- 385, fig.
9, fig. 10 y fig. 11.
PÉREZ GRACIA, César, Retratos de Goya, Zaragoza, paginas 8-18, ilustrado.
 
Lienzo, que dio a conocer José Manuel Arnaiz en 1997 en la publicación del Archivo Español de Arte, como obra autógrafa de Francisco de Goya (1746-1828). El 16 de marzo del 2002, emitió un certificado de autenticidad confirmando la autoría a Francisco de Goya, que posteriormente ratifica en una carta del 29 de abril del 2002 (documentación anexa).

La cartela que se halla en el copete del esplendido marco, nos identifica al retratado, Pedro Jordán de Urríes y Fuenbuena, perteneciente a una de las familias aragonesas más importantes del siglo XVIII y cuyos rasgos fisonómicos son idénticos a otros retratos localizados del personaje. Nació, el 13 octubre de 1770, según la partida de bautismo registrada en la Parroquia del Pilar de Zaragoza. Fue Gentilhombre de Cámara de Carlos IV, Mayordomo y jefe de la Casa de Fernando VII y caballero Gran Cruz de Carlos III.  Hijo de Don Pedro Jordán de Urríes y Pignatelli, II marqués de Ayerbe, teniente de Granaderos zaragozano y Capitán de la Reales Guardias Española, fundador de la Real Sociedad Económica Aragonesa de los Amigos del País, así como de la Academia de Dibujo de Zaragoza y de Dña. María Ramona Fuenbuena y Monserrat, III marquesa de Lierta y ambos naturales de Zaragoza. Se casó dos veces, una con María Nicolasa Palafox y Silva, hija del marqués de Ariza, y de segundas nupcias con María Juana Bucarelli y Bucarelli, hija de los condes de Santa Coloma. Fue elegido como acompañante del rey Fernando VII, desde la niñez de éste, hasta su destierro en Valençay donde fue nombrado Mayordomo del Rey, en sustitución del duque de San Carlos. Cumpliendo su misión real fue asesinado junto con José María Wanestron el 10 de octubre de 1810 cerca del navarro pueblo de Lerín por dos guerrilleros o soldados de caballería. (Ver: Jordán de Urries, Juan, Memorias del Marqués de Ayerbe sobre la estancia de Dn Fernando VII en Valençay, Zaragoza en 1893).
 
Los títulos que ostentó fueron los siguientes: Marqués de Ayerbe, Marqués de Lierta, Marqués de Rubí, Marqués consorte de Vallehermoso, Conde de San Clemente, Barón de Torrellas, Barón de Sánchez de Toledo, Señor de las Villas y aldeas de: Ayerbe, Biscarrues, Bardanés, Fontellas, Losanglis, Piedramorrera, La Honor de Marcuello, Sarsa, Linas y Pequera, La Peña de Carcabiello, Santa María, Triste y Yeste, De nuestra Señora de Ordás, Arguis y Nueno, Larres, Borres, Aurín, Ibort, Cartirana, Binies, Pardinas de Rosel, Mondot, Carcavilla, Aracastiello, Ostes, Bué, Blanzaco, Ordaniso, Jaz, Cercito, Bistis, Rompesacos, Ameto, Primoro, Jabierre, Tras Sierra, La Ge, Mayorazgo de Aibar. Señor de Baronías de: Albalate, Selgua, Terreu, Montbrant, Fontclara, Pola, Rico Hombre de Navarra, Caballero Mesnadero en Aragón, alcalde Perpetuo del Real Palacio de Huesca, General de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza. Gentil hombre de Cámara de Carlos IV, Mayordomo y jefe de la Casa Real de Fernando VII, Caballero
de la Gran Cruz de Carlos III. A títulos póstumos: Comendador de Carrión en la Orden de Calatrava y Gran Cruz de Valençay.
 
Sobre un interior en penumbra, con la efigie de la Virgen del Pilar sobre columna (a la derecha del retratado), el pintor Inza dispone la figura de Pedro Jordán de Urries a la edad de 6- 10 años, en el centro de la composición. Peinado, según la moda diocechesca con peluca rematada en dos bucles, Pedro, dirige su mirada penetrante, ingenua y directa al espectador captando de forma casi instantánea toda nuestra atención y simpatía. Viste hábito de infante de la Virgen del Pilar. La luz irrumpe en el cuadro por la parte izquierda para centrarse en la figura del retratado, lo que permite al pintor crear un maravilloso juego cromático de rojos, tonalidades malvas y grises irisados de su vestido. Destacamos la habilidad técnica en el modo de hacer los bordados del roquete, del lazo de seda azul, así como de la medalla de la Virgen del Pilar que cuelga de su cuello o de las hebillas de los zapatos. Descansa sobre un pavimento de suelo ajedrezado de losas en verde y rosa.
A relacionar con el retrato de Don Gabriel de Borbón conservado en el Museo Lázaro Galdiano y con el retrato de Don Gabriel de Borbón de la colección de la Real Maestranza de Caballería de Ronda. En los tres, podemos apreciar cercanas similitudes desde el punto de vista estilístico, así como invariables puntos en común como es el tratamiento del pavimento ajedrezado.
 
Sin duda cabe, Inza ha sido un pintor falto de un estudio en profundidad, aunque dominó el panorama artístico de la segunda mitad del siglo XVIII. Pintó numerosos retratos para la familia real, aristócratas e intelectuales, pero fue un artista discreto con un estilo muy preciso. La obra que presentamos, es una interesante aportación al catálogo razonado del pintor y podemos considerarla por su delicadísima factura como una de sus obras más notables.
Otro retrato de Pedro Jordán de Urríes y Fuenbuena es el recogido en la Real Academia de la Historia (https://dbe.rah.es/biografias/42046/pedro-maria-jordan-de-urries-y-fuenbuena).

Precio salida

65.000 €

NO VENDIDO

809. JOAQUÍN INZA (Ágreda, Soria, 1736-Madrid, 1811)Retrato de Don Pedro Jordán de Urriés y Fuenbuena, III Marqués de Ayerbe

Óleo sobre lienzo. 138,5 x 108 cm. Medidas con marco. 200 x 135 cm.
Inscrito en la cartela del copete del marco en madera tallada, estofada y dorada: IImo. Sr. Dn. Pedro Jordan Maria D. Urries y Fuenbuena infante D Na. Señora Nacio en 13 D Octubre D 1770.
 
PROCEDENCIA:
Antigua colección del Palacio de Ayerbe.
Antigua colección particular Madrid.
Colección particular Zaragoza.
BIBLIOGRAFÍA:
ARNAIZ, Jose Manuel, Francisco de Goya: tres cuadros, tres épocas, Archivo Español de Arte, Tomo 70, Nº 280, 1997, págs. 381- 385, fig.
9, fig. 10 y fig. 11.
PÉREZ GRACIA, César, Retratos de Goya, Zaragoza, paginas 8-18, ilustrado.
 
Lienzo, que dio a conocer José Manuel Arnaiz en 1997 en la publicación del Archivo Español de Arte, como obra autógrafa de Francisco de Goya (1746-1828). El 16 de marzo del 2002, emitió un certificado de autenticidad confirmando la autoría a Francisco de Goya, que posteriormente ratifica en una carta del 29 de abril del 2002 (documentación anexa).

La cartela que se halla en el copete del esplendido marco, nos identifica al retratado, Pedro Jordán de Urríes y Fuenbuena, perteneciente a una de las familias aragonesas más importantes del siglo XVIII y cuyos rasgos fisonómicos son idénticos a otros retratos localizados del personaje. Nació, el 13 octubre de 1770, según la partida de bautismo registrada en la Parroquia del Pilar de Zaragoza. Fue Gentilhombre de Cámara de Carlos IV, Mayordomo y jefe de la Casa de Fernando VII y caballero Gran Cruz de Carlos III.  Hijo de Don Pedro Jordán de Urríes y Pignatelli, II marqués de Ayerbe, teniente de Granaderos zaragozano y Capitán de la Reales Guardias Española, fundador de la Real Sociedad Económica Aragonesa de los Amigos del País, así como de la Academia de Dibujo de Zaragoza y de Dña. María Ramona Fuenbuena y Monserrat, III marquesa de Lierta y ambos naturales de Zaragoza. Se casó dos veces, una con María Nicolasa Palafox y Silva, hija del marqués de Ariza, y de segundas nupcias con María Juana Bucarelli y Bucarelli, hija de los condes de Santa Coloma. Fue elegido como acompañante del rey Fernando VII, desde la niñez de éste, hasta su destierro en Valençay donde fue nombrado Mayordomo del Rey, en sustitución del duque de San Carlos. Cumpliendo su misión real fue asesinado junto con José María Wanestron el 10 de octubre de 1810 cerca del navarro pueblo de Lerín por dos guerrilleros o soldados de caballería. (Ver: Jordán de Urries, Juan, Memorias del Marqués de Ayerbe sobre la estancia de Dn Fernando VII en Valençay, Zaragoza en 1893).
 
Los títulos que ostentó fueron los siguientes: Marqués de Ayerbe, Marqués de Lierta, Marqués de Rubí, Marqués consorte de Vallehermoso, Conde de San Clemente, Barón de Torrellas, Barón de Sánchez de Toledo, Señor de las Villas y aldeas de: Ayerbe, Biscarrues, Bardanés, Fontellas, Losanglis, Piedramorrera, La Honor de Marcuello, Sarsa, Linas y Pequera, La Peña de Carcabiello, Santa María, Triste y Yeste, De nuestra Señora de Ordás, Arguis y Nueno, Larres, Borres, Aurín, Ibort, Cartirana, Binies, Pardinas de Rosel, Mondot, Carcavilla, Aracastiello, Ostes, Bué, Blanzaco, Ordaniso, Jaz, Cercito, Bistis, Rompesacos, Ameto, Primoro, Jabierre, Tras Sierra, La Ge, Mayorazgo de Aibar. Señor de Baronías de: Albalate, Selgua, Terreu, Montbrant, Fontclara, Pola, Rico Hombre de Navarra, Caballero Mesnadero en Aragón, alcalde Perpetuo del Real Palacio de Huesca, General de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza. Gentil hombre de Cámara de Carlos IV, Mayordomo y jefe de la Casa Real de Fernando VII, Caballero
de la Gran Cruz de Carlos III. A títulos póstumos: Comendador de Carrión en la Orden de Calatrava y Gran Cruz de Valençay.
 
Sobre un interior en penumbra, con la efigie de la Virgen del Pilar sobre columna (a la derecha del retratado), el pintor Inza dispone la figura de Pedro Jordán de Urries a la edad de 6- 10 años, en el centro de la composición. Peinado, según la moda diocechesca con peluca rematada en dos bucles, Pedro, dirige su mirada penetrante, ingenua y directa al espectador captando de forma casi instantánea toda nuestra atención y simpatía. Viste hábito de infante de la Virgen del Pilar. La luz irrumpe en el cuadro por la parte izquierda para centrarse en la figura del retratado, lo que permite al pintor crear un maravilloso juego cromático de rojos, tonalidades malvas y grises irisados de su vestido. Destacamos la habilidad técnica en el modo de hacer los bordados del roquete, del lazo de seda azul, así como de la medalla de la Virgen del Pilar que cuelga de su cuello o de las hebillas de los zapatos. Descansa sobre un pavimento de suelo ajedrezado de losas en verde y rosa.
A relacionar con el retrato de Don Gabriel de Borbón conservado en el Museo Lázaro Galdiano y con el retrato de Don Gabriel de Borbón de la colección de la Real Maestranza de Caballería de Ronda. En los tres, podemos apreciar cercanas similitudes desde el punto de vista estilístico, así como invariables puntos en común como es el tratamiento del pavimento ajedrezado.
 
Sin duda cabe, Inza ha sido un pintor falto de un estudio en profundidad, aunque dominó el panorama artístico de la segunda mitad del siglo XVIII. Pintó numerosos retratos para la familia real, aristócratas e intelectuales, pero fue un artista discreto con un estilo muy preciso. La obra que presentamos, es una interesante aportación al catálogo razonado del pintor y podemos considerarla por su delicadísima factura como una de sus obras más notables.
Otro retrato de Pedro Jordán de Urríes y Fuenbuena es el recogido en la Real Academia de la Historia (https://dbe.rah.es/biografias/42046/pedro-maria-jordan-de-urries-y-fuenbuena).

Precio salida: 65.000 €

NO VENDIDO

818. BARTOLOMÉ PÉREZ (Madrid, ca. 1634 - Madrid, 1698)Jarrón con flores

Óleo sobre lienzo. 72 x 57 cm.
Esta obra se acompaña de un certificado de autenticidad emitido por Enrique Valdivieso en el 2006.
 
PROCEDENCIA:
Fernando Durán, 24/04/2013 Lote 184
Adquirido en la subasta anterior por el actual propietario.
 
Fue Bartolomé Pérez el mejor seguidor de Juan de Arellano dentro de la modalidad de la pintura de floreros, actividad que desarrolló en Madrid en la segunda mitad del siglo XVII. Lógicamente por haber sido yerno de Arellano se formó con él y adquirió sus mejores virtudes pictóricas, lo que en ocasiones ha motivado que las obras de ambos se hayan confundido.
A partir de 1665 Bartolomé Pérez se independizó de su suegro y comenzó a pintar con personalidad propia, manejando siempre un excelente dibujo y una habilidad excepcional en el manejo del color y en las texturas de flores.
En este notable florero se constata una de las peculiaridades estilísticas de Bartolomé Pérez que fue la utilización como recipiente de un jarrón de bronce adornado con relieves que narran escenas mitológicas. En el jarrón dispone con un marcado ritmo ascensional la disposición de las flores, calculando muy bien que sus respectivas formas y colores se equilibrasen de manera armoniosa. En este ejemplar puede constatarse también que utilizó el recurso de colocar en el centro una rosa blanca en torno a la cual dispone el resto de las flores buscando siempre la armonía entre sus formas y colores.
En este sentido puede advertirse que Pérez se diferencia de Arellano por el empleo de una pincelada más suelta y provista de abundante pasta cromática, lo cual intensifica la percepción visual de las flores y la armonía entre sus contrastes cromáticos.
 
La personalidad y fama de Bartolomé Pérez se incrementó notablemente en Madrid a partir de 1689 cuando fue nombrado Pintor del Rey, merced a la satisfacción del monarca Carlos II y de su corte por las excelentes escenografías que había realizado en el teatro del Buen Retiro. (Texto extraído de un estudio por Enrique Valdivieso).

Precio salida

9.000 €

818. BARTOLOMÉ PÉREZ (Madrid, ca. 1634 - Madrid, 1698)Jarrón con flores

Óleo sobre lienzo. 72 x 57 cm.
Esta obra se acompaña de un certificado de autenticidad emitido por Enrique Valdivieso en el 2006.
 
PROCEDENCIA:
Fernando Durán, 24/04/2013 Lote 184
Adquirido en la subasta anterior por el actual propietario.
 
Fue Bartolomé Pérez el mejor seguidor de Juan de Arellano dentro de la modalidad de la pintura de floreros, actividad que desarrolló en Madrid en la segunda mitad del siglo XVII. Lógicamente por haber sido yerno de Arellano se formó con él y adquirió sus mejores virtudes pictóricas, lo que en ocasiones ha motivado que las obras de ambos se hayan confundido.
A partir de 1665 Bartolomé Pérez se independizó de su suegro y comenzó a pintar con personalidad propia, manejando siempre un excelente dibujo y una habilidad excepcional en el manejo del color y en las texturas de flores.
En este notable florero se constata una de las peculiaridades estilísticas de Bartolomé Pérez que fue la utilización como recipiente de un jarrón de bronce adornado con relieves que narran escenas mitológicas. En el jarrón dispone con un marcado ritmo ascensional la disposición de las flores, calculando muy bien que sus respectivas formas y colores se equilibrasen de manera armoniosa. En este ejemplar puede constatarse también que utilizó el recurso de colocar en el centro una rosa blanca en torno a la cual dispone el resto de las flores buscando siempre la armonía entre sus formas y colores.
En este sentido puede advertirse que Pérez se diferencia de Arellano por el empleo de una pincelada más suelta y provista de abundante pasta cromática, lo cual intensifica la percepción visual de las flores y la armonía entre sus contrastes cromáticos.
 
La personalidad y fama de Bartolomé Pérez se incrementó notablemente en Madrid a partir de 1689 cuando fue nombrado Pintor del Rey, merced a la satisfacción del monarca Carlos II y de su corte por las excelentes escenografías que había realizado en el teatro del Buen Retiro. (Texto extraído de un estudio por Enrique Valdivieso).

Precio salida: 9.000 €

VENDIDO
832. ANTONIO MARÍA ESQUIVEL (Sevilla, 1806-Madrid, 1857)Retrato de caballero con levita de diplomático

Óleo sobre lienzo. 125,5 x 93 cm.
Firmado y fechado: “A. Esquivel, 1849”.
 
Sevillano de nacimiento, Esquivel es, sin duda, el gran retratista romántico de la escuela andaluza. Comenzó sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Sevilla y tras conseguir cierta fama y prestigio fue pensionado en 1831  por el cónsul y coleccionista Mr. Williams para continuar su formación en Madrid, al año siguiente es nombrado académico de mérito. Vuelto en 1838 a Sevilla, al año siguiente una enfermedad le dejó prácticamente ciego durante dos años; como agradecimiento por el apoyo recibido por el Liceo Artístico, pinta y dona una monumental Caída de Luzbel. Poco después, en 1843 es nombrado Pintor de Cámara y en 1847 académico de San Fernando.
 
Excepcional retrato inédito de Antonio Maria Esquivel conservada hasta ahora en una colección particular. En un interior, con un cortinaje púrpura de fondo, el pintor nos sitúa a un joven diplomático vestido con levita bordada en amarillo los cuellos y los puños, mirando al espectador de manera elegante. Se sienta sobre un sillón forrado en terciopelo rojo. En su mano derecha porta un bastón. Tanto con el alfiler, como los botones en amarillo simulando oro, Esquivel, realza la elegancia y el estatus social del retratado. Destacamos los maravillosos tonos blancos del chaleco y la camisa.
 

Precio salida

8.000 €

VENDIDO POR

8.000 €
VENDIDO
832. ANTONIO MARÍA ESQUIVEL (Sevilla, 1806-Madrid, 1857)Retrato de caballero con levita de diplomático

Óleo sobre lienzo. 125,5 x 93 cm.
Firmado y fechado: “A. Esquivel, 1849”.
 
Sevillano de nacimiento, Esquivel es, sin duda, el gran retratista romántico de la escuela andaluza. Comenzó sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Sevilla y tras conseguir cierta fama y prestigio fue pensionado en 1831  por el cónsul y coleccionista Mr. Williams para continuar su formación en Madrid, al año siguiente es nombrado académico de mérito. Vuelto en 1838 a Sevilla, al año siguiente una enfermedad le dejó prácticamente ciego durante dos años; como agradecimiento por el apoyo recibido por el Liceo Artístico, pinta y dona una monumental Caída de Luzbel. Poco después, en 1843 es nombrado Pintor de Cámara y en 1847 académico de San Fernando.
 
Excepcional retrato inédito de Antonio Maria Esquivel conservada hasta ahora en una colección particular. En un interior, con un cortinaje púrpura de fondo, el pintor nos sitúa a un joven diplomático vestido con levita bordada en amarillo los cuellos y los puños, mirando al espectador de manera elegante. Se sienta sobre un sillón forrado en terciopelo rojo. En su mano derecha porta un bastón. Tanto con el alfiler, como los botones en amarillo simulando oro, Esquivel, realza la elegancia y el estatus social del retratado. Destacamos los maravillosos tonos blancos del chaleco y la camisa.
 

Precio salida: 8.000 €

VENDIDO POR: 8.000 €

VENDIDO
833. VICENTE RODÉS Y ARIES (Alicante, 1783- Barcelona, 1858)Retrato de María Josefa “Mariquita Mariguitte” Zschokke, de soltera Voitel (1816-1896) sobre un paisaje con doguillo

Óleo sobre lienzo. 93,8 x 70,3 cm.
En el reverso, firmado y fechado: “V. Rodes en 1821”.
 
Vicente Rodés y Aries, fue uno de los principales retratistas españoles de la primera mitad del siglo XIX que cultivó excepcionalmente la técnica del pastel. Hasta la reciente exposición monográfica que tuvo lugar en el Museo de Bellas Artes de Valencia, el 19 de junio al 9 de septiembre 2019, su producción había quedado recogida en escuetas citas, estudios centenarios y su obra no se había visto salvo en contadas ocasiones; la única muestra monográfica de entidad se llevó a cabo surgió como fue la iniciativa de Fidel Moragas i Rodés en 1926. Gracias a este magnífico proyecto, del 2019, han salido a la luz un conjunto de pasteles, óleos y dibujos hasta ahora conservados y atesorados en colecciones particulares.
 
Lienzo, fechado en 1821, es una interesante aportación al catálogo razonado de Rodés, ya que son escasos los retratos de niños y niñas conservados dentro de su producción. Una vez ganado el prestigio como retratista en Valencia, el pintor, recibe en 1820 el encargo del pintar el retrato del Conde de Santa Clara y se establece definitivamente en Barcelona. En esta década de 1821 y 1834, define toda su personalidad pictórica dentro del género de retrato, alejándose de las formulaciones de sus maestros Vicente López y Vicente Castelló y Amat. Fue tal su habilidad y calidad como retratista que participó en diversas exposiciones realizadas en Barcelona y fue destacado en varias de las publicaciones de la época, consagrándose como el retratista por excelencia de la burguesía barcelonesa.
 
La inmediatez y la intimidad con la que el pintor ha situado sobre un paisaje el retrato de Mariquita posando sus brazos sobre su dogillo que, sumado a la calidad compositiva y pictórica convierten a este lienzo en una pieza exquisita. Con esa apariencia delicada Mariquita dirige su mirada angelical, tranquila, con cierto orgullo burgués, al espectador. Ataviada con un vestido azul con escote de barco con las mangas y el bajo faldas bordadas con encajes manifiestan no sólo una gran riqueza plástica sino la excelencia del pintor como dibujante. Peinada con raya en medio, el cabello con voluminosos mechones cae de forma simétrica a ambos lados cubriendo parte de las sienes. Porta un collar con cruz y pendientes en rojo.
 
Son pocos los datos biográficos localizados de la retratada, Maria Josefa Zschokke- Voitel. Nació en Palma de Mallorca en 1816, fue hija ilegítima del coronel Franz Voitel von Solothurn durante su servicio militar en España. Se casó con Alejandro Gottfried Zschokke en 1840 en Lagenbruck, Schweiz. Madre de Friedrich Viktor Conradin Zschokke, Franz Theodor Otto Zschokke y Julius Alexander Emil Zschokke y murió en 1896 a la edad de 79 años en Aarau, Schweiz.
 
Para ver el catálogo de la exposición en el siguiente link: https://www.dropbox.com/s/k6i3igb7v75xe3t/catalogo%20rodes.pdf?dl=0

Precio salida

5.000 €

VENDIDO POR

10.000 €
VENDIDO
833. VICENTE RODÉS Y ARIES (Alicante, 1783- Barcelona, 1858)Retrato de María Josefa “Mariquita Mariguitte” Zschokke, de soltera Voitel (1816-1896) sobre un paisaje con doguillo

Óleo sobre lienzo. 93,8 x 70,3 cm.
En el reverso, firmado y fechado: “V. Rodes en 1821”.
 
Vicente Rodés y Aries, fue uno de los principales retratistas españoles de la primera mitad del siglo XIX que cultivó excepcionalmente la técnica del pastel. Hasta la reciente exposición monográfica que tuvo lugar en el Museo de Bellas Artes de Valencia, el 19 de junio al 9 de septiembre 2019, su producción había quedado recogida en escuetas citas, estudios centenarios y su obra no se había visto salvo en contadas ocasiones; la única muestra monográfica de entidad se llevó a cabo surgió como fue la iniciativa de Fidel Moragas i Rodés en 1926. Gracias a este magnífico proyecto, del 2019, han salido a la luz un conjunto de pasteles, óleos y dibujos hasta ahora conservados y atesorados en colecciones particulares.
 
Lienzo, fechado en 1821, es una interesante aportación al catálogo razonado de Rodés, ya que son escasos los retratos de niños y niñas conservados dentro de su producción. Una vez ganado el prestigio como retratista en Valencia, el pintor, recibe en 1820 el encargo del pintar el retrato del Conde de Santa Clara y se establece definitivamente en Barcelona. En esta década de 1821 y 1834, define toda su personalidad pictórica dentro del género de retrato, alejándose de las formulaciones de sus maestros Vicente López y Vicente Castelló y Amat. Fue tal su habilidad y calidad como retratista que participó en diversas exposiciones realizadas en Barcelona y fue destacado en varias de las publicaciones de la época, consagrándose como el retratista por excelencia de la burguesía barcelonesa.
 
La inmediatez y la intimidad con la que el pintor ha situado sobre un paisaje el retrato de Mariquita posando sus brazos sobre su dogillo que, sumado a la calidad compositiva y pictórica convierten a este lienzo en una pieza exquisita. Con esa apariencia delicada Mariquita dirige su mirada angelical, tranquila, con cierto orgullo burgués, al espectador. Ataviada con un vestido azul con escote de barco con las mangas y el bajo faldas bordadas con encajes manifiestan no sólo una gran riqueza plástica sino la excelencia del pintor como dibujante. Peinada con raya en medio, el cabello con voluminosos mechones cae de forma simétrica a ambos lados cubriendo parte de las sienes. Porta un collar con cruz y pendientes en rojo.
 
Son pocos los datos biográficos localizados de la retratada, Maria Josefa Zschokke- Voitel. Nació en Palma de Mallorca en 1816, fue hija ilegítima del coronel Franz Voitel von Solothurn durante su servicio militar en España. Se casó con Alejandro Gottfried Zschokke en 1840 en Lagenbruck, Schweiz. Madre de Friedrich Viktor Conradin Zschokke, Franz Theodor Otto Zschokke y Julius Alexander Emil Zschokke y murió en 1896 a la edad de 79 años en Aarau, Schweiz.
 
Para ver el catálogo de la exposición en el siguiente link: https://www.dropbox.com/s/k6i3igb7v75xe3t/catalogo%20rodes.pdf?dl=0

Precio salida: 5.000 €

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