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1169. JUAN DE LA CORTE (Amberes, c.1596- Madrid, 1662)David vencedor de Goliat.

Óleo sobre lienzo. 152 x 190 cm. Firmado: “Juan de la Corte”. Bibliografía de referencia: - Catálogo de exposición en el Museo Marcelino Santamaría, Monasterio de San Juan, Burgos, “el jardín de Melibea”, Madrid, 2000. (Bibliografía de referencia) Bibliografía: - Fernando Tabar, “Luces del Barroco, Pintura del siglo XVII en España”, Fundación Caja Vital Kutxa, 2002, pág. 80. La obra que presentamos, probablemente, formara parte de una serie dedicada al Rey David, uno de los personajes bíblicos más ricos iconográficamente del Antiguo Testamento. De la misma temática se conserva un lienzo conservado en una colección particular madrileña y fechado en 1636 (0,56 x 0,94 cm) . También, se conoce, una obra en la que se representa a David y Betsabé en el trono, conservada en Buen Retiro (1,47 x 1,25 cm), también posiblemente pertenecientes a una serie. Indudablemente Juan de la Corte ha sido considerado un pintor de países, batallas y perspectivas. En esta obra, podemos apreciar su estilo más notorio, en la forma de resolver esos fondos de batalla cargados de tensión y en los fondos tan detallados, creando distintos planos de los que emerge distintos campamentos militares. Todo en un gusto flamenco fruto de su formación en Flandes y conocedor de pintores como G. V. Conixloo, Paul Bril, Sebastian Vranx... En la misma colección de donde procede está obra, se conservaba, otra obra dedicada a Betsabé de igual medida que la obra que presentamos.

Precio salida

10.000 €

1169. JUAN DE LA CORTE (Amberes, c.1596- Madrid, 1662)David vencedor de Goliat.

Óleo sobre lienzo. 152 x 190 cm. Firmado: “Juan de la Corte”. Bibliografía de referencia: - Catálogo de exposición en el Museo Marcelino Santamaría, Monasterio de San Juan, Burgos, “el jardín de Melibea”, Madrid, 2000. (Bibliografía de referencia) Bibliografía: - Fernando Tabar, “Luces del Barroco, Pintura del siglo XVII en España”, Fundación Caja Vital Kutxa, 2002, pág. 80. La obra que presentamos, probablemente, formara parte de una serie dedicada al Rey David, uno de los personajes bíblicos más ricos iconográficamente del Antiguo Testamento. De la misma temática se conserva un lienzo conservado en una colección particular madrileña y fechado en 1636 (0,56 x 0,94 cm) . También, se conoce, una obra en la que se representa a David y Betsabé en el trono, conservada en Buen Retiro (1,47 x 1,25 cm), también posiblemente pertenecientes a una serie. Indudablemente Juan de la Corte ha sido considerado un pintor de países, batallas y perspectivas. En esta obra, podemos apreciar su estilo más notorio, en la forma de resolver esos fondos de batalla cargados de tensión y en los fondos tan detallados, creando distintos planos de los que emerge distintos campamentos militares. Todo en un gusto flamenco fruto de su formación en Flandes y conocedor de pintores como G. V. Conixloo, Paul Bril, Sebastian Vranx... En la misma colección de donde procede está obra, se conservaba, otra obra dedicada a Betsabé de igual medida que la obra que presentamos.

Precio salida: 10.000 €

VENDIDO
1173. JUAN VALDÉS LEAL (Sevilla, 1622-1690)Anunciación.

Óleo sobre lienzo. 50 x 65 x 70 cm. Si la producción del sevillano se caracteriza por algo es por su dinamismo y vibración, por el movimiento que supo dar no sólo a sus composiciones sino incluso a cada uno de los personajes que las integraban, marcando una clara diferencia con Bartolomé Esteban Murillo, el otro gran pintor residente en Sevilla. En esa búsqueda de movimiento y de apoteosis en el ámbito sobrenatural se encuentra el lienzo que se ofrece, con un acentuado sentido claroscurista y monumental, a pesar del tamaño, y un desarrollo menor del espacio arquitectónico, apenas perceptible salvo por la balaustrada y dos pilastras que encuadran la escena. El amable movimiento es mostrado esta vez en el arcángel Gabriel, una figura con ropaje revuelto, pierna adelantada y mano alzada; mientras transmite su embajada, la Virgen deja de leer, y asombrada se levanta girándose ligeramente, en un movimiento apenas sugerido. Junto a las figuras destaca, sin duda, la precisión en los elementos naturales, a modo de bodegón: el florero, la cesta de la Virgen con la labor que tenía entre manos, una silla, la alfombra, el mueble sobre el que reza… Probablemente se trate de una composición relativamente temprana, vinculada aún de alguna manera al mundo cordobés de Antonio del Castillo, que vivió y conoció de cerca, y basada más en el firme dibujo que en la soltura de su pincelada, característica de sus últimos años. No en vano, en 1661 firma la fantástica versión de la Universidad de Michigan, de la colección Ann Arbor, con un movimiento y ligereza sorprendentes.

Precio salida

15.000 €

VENDIDO

VENDIDO
1173. JUAN VALDÉS LEAL (Sevilla, 1622-1690)Anunciación.

Óleo sobre lienzo. 50 x 65 x 70 cm. Si la producción del sevillano se caracteriza por algo es por su dinamismo y vibración, por el movimiento que supo dar no sólo a sus composiciones sino incluso a cada uno de los personajes que las integraban, marcando una clara diferencia con Bartolomé Esteban Murillo, el otro gran pintor residente en Sevilla. En esa búsqueda de movimiento y de apoteosis en el ámbito sobrenatural se encuentra el lienzo que se ofrece, con un acentuado sentido claroscurista y monumental, a pesar del tamaño, y un desarrollo menor del espacio arquitectónico, apenas perceptible salvo por la balaustrada y dos pilastras que encuadran la escena. El amable movimiento es mostrado esta vez en el arcángel Gabriel, una figura con ropaje revuelto, pierna adelantada y mano alzada; mientras transmite su embajada, la Virgen deja de leer, y asombrada se levanta girándose ligeramente, en un movimiento apenas sugerido. Junto a las figuras destaca, sin duda, la precisión en los elementos naturales, a modo de bodegón: el florero, la cesta de la Virgen con la labor que tenía entre manos, una silla, la alfombra, el mueble sobre el que reza… Probablemente se trate de una composición relativamente temprana, vinculada aún de alguna manera al mundo cordobés de Antonio del Castillo, que vivió y conoció de cerca, y basada más en el firme dibujo que en la soltura de su pincelada, característica de sus últimos años. No en vano, en 1661 firma la fantástica versión de la Universidad de Michigan, de la colección Ann Arbor, con un movimiento y ligereza sorprendentes.

Precio salida: 15.000 €

VENDIDO

1174. ESCUELA ESPAÑOLA, HACIA 1630Retrato del cardenal infante don Fernando (?).

Óleo sobre cobre. 6 x 4,7 cm (oval) La dificultad de hallar con certeza el personaje retratado y la mayor aún de atribuir el retrato a un pintor determinado, añade aún más interés, si cabe, al magnífico retrato en miniatura que ponemos a la venta. Fue el cardenal infante Don Fernando el hermano varón más pequeño de Felipe IV. Nació en 1609, fue investido cardenal en 1619 y salió de Madrid en 1632, primero con destino a Cataluña como virrey y después a Flandes como gobernador, donde estuvo desde 1634 hasta 1641, año en el que murió. Fue retratado por Gaspar de Crayer, Rubens y Van Dyck, así como por Velázquez en el magnífico retrato del Prado vestido de cazador. El retratado, rubio, de ojos verdes grisáceos, con el pelo de las patillas tapándole las orejas, con barba y bigote, este sin guía, y así mismo sin mosca, aparentando una edad en torno a los 25 años, guarda un indudable parecido con el de los retratos realizados por los maestros antes mencionados. Viste austero, de negro con una golilla severa, claramente a la española a diferencia de los retratos que le hicieron los pintores flamencos como van Dyck, que le retrató con la lechuguilla aplanada, o rizada en el caso de Crayer. La capacidad de penetrar en la psicología del modelo, añadiéndole a la prestancia del personaje un aire de serenidad por medio de una sonrisa amable y contenida, son propios de un pintor de indiscutible maestría en el retrato. Si estuviese pintado en las cercanías de los años 1631 y 1632 es claro que todos los grandes maestros del momento estaban en activo. David Howard publicó un estudio revisionista sobre la relación entre Felipe IV y Rubens en el que en palabras de William Jordan en su libro Juan van der Hamen y León y la corte de Madrid puede leerse: “(…) el joven rey, no obstante su genuino entusiasmo por la pintura, no se convirtió en un decidido mecenas tan rápido como se había supuesto (…) siendo superado en esta dimensión de su personalidad por su más vivaz e independiente hermano, el cardenal infante Don Fernando”. Esto nos habla de la fluida relación del cardenal infante con los pintores más importantes del momento. Resulta muy interesante comparar este retrato en miniatura con la miniatura sobre cobre de Don Diego Mexía (¿) de Van der Hamen, de colección privada en EEUU, así como con la del conde duque de Olivares del Palacio Real de Madrid atribuida mayoritariamente a Velázquez.

Precio salida

65.000 €

1174. ESCUELA ESPAÑOLA, HACIA 1630Retrato del cardenal infante don Fernando (?).

Óleo sobre cobre. 6 x 4,7 cm (oval) La dificultad de hallar con certeza el personaje retratado y la mayor aún de atribuir el retrato a un pintor determinado, añade aún más interés, si cabe, al magnífico retrato en miniatura que ponemos a la venta. Fue el cardenal infante Don Fernando el hermano varón más pequeño de Felipe IV. Nació en 1609, fue investido cardenal en 1619 y salió de Madrid en 1632, primero con destino a Cataluña como virrey y después a Flandes como gobernador, donde estuvo desde 1634 hasta 1641, año en el que murió. Fue retratado por Gaspar de Crayer, Rubens y Van Dyck, así como por Velázquez en el magnífico retrato del Prado vestido de cazador. El retratado, rubio, de ojos verdes grisáceos, con el pelo de las patillas tapándole las orejas, con barba y bigote, este sin guía, y así mismo sin mosca, aparentando una edad en torno a los 25 años, guarda un indudable parecido con el de los retratos realizados por los maestros antes mencionados. Viste austero, de negro con una golilla severa, claramente a la española a diferencia de los retratos que le hicieron los pintores flamencos como van Dyck, que le retrató con la lechuguilla aplanada, o rizada en el caso de Crayer. La capacidad de penetrar en la psicología del modelo, añadiéndole a la prestancia del personaje un aire de serenidad por medio de una sonrisa amable y contenida, son propios de un pintor de indiscutible maestría en el retrato. Si estuviese pintado en las cercanías de los años 1631 y 1632 es claro que todos los grandes maestros del momento estaban en activo. David Howard publicó un estudio revisionista sobre la relación entre Felipe IV y Rubens en el que en palabras de William Jordan en su libro Juan van der Hamen y León y la corte de Madrid puede leerse: “(…) el joven rey, no obstante su genuino entusiasmo por la pintura, no se convirtió en un decidido mecenas tan rápido como se había supuesto (…) siendo superado en esta dimensión de su personalidad por su más vivaz e independiente hermano, el cardenal infante Don Fernando”. Esto nos habla de la fluida relación del cardenal infante con los pintores más importantes del momento. Resulta muy interesante comparar este retrato en miniatura con la miniatura sobre cobre de Don Diego Mexía (¿) de Van der Hamen, de colección privada en EEUU, así como con la del conde duque de Olivares del Palacio Real de Madrid atribuida mayoritariamente a Velázquez.

Precio salida: 65.000 €

1186. TALLER DE FRANCISCO BAYEU Y SUBIAS (Zaragoza, 1734 - Madrid, 1795)La Providencia presidiendo las virtudes y las facultades del hombre.

Óleo sobre lienzo. 74,5 x 65,5 cm. En mayo de 2014, Alcalá Subastas vendió el modelo pintado por Francisco Bayeu para la bóveda pintada al fresco de la que fuera la antecámara del cuarto del Infante D. Luis en el Palacio Real de Madrid (lote 678). Se trataba de La Providencia presidiendo las virtudes y las facultades del hombre, h. 1770, adquirida por don Leonardo Chopinot a los herederos de Francisco Bayeu en 1795, nº 37: “Item otro borrón de la pieza pintada en Palacio ante Cámara que era entonces del Señor Infante dos Luis, representa la Magestad Real acompañada de la Religión y las Virtudes”. La descripción e interpretación del tema fue realizada por D. Francisco José Fabre en 1829. En el centro, la Providencia, en un trono de luz, sostiene una cornucopia que simboliza todos los dones con que socorre nuestras necesidades; a su lado, el Tiempo alado con la guadaña y las tres Parcas, bajo los que vemos a la Majestad Regia adornada con corona y acompañada por un águila flanqueada por la Nobleza, la Paz y la Fortuna; bajo éstas, el Entendimiento y la Memoria, y a su derecha la Fuerza, la Virtud heroica y el Valor generoso; en la parte superior, a la izquierda la Fe, la Esperanza y la Caridad, en el centro la Salud y el Sacrificio, y a la derecha, el Dominio de sí mismo, la Autoridad, la Fidelidad y la Prosperidad. La obra que presentamos a la venta, verdaderamente cercana al boceto vendido, pensamos que debe ser obra del taller de Francisco Bayeu.

Precio salida

12.000 €

1186. TALLER DE FRANCISCO BAYEU Y SUBIAS (Zaragoza, 1734 - Madrid, 1795)La Providencia presidiendo las virtudes y las facultades del hombre.

Óleo sobre lienzo. 74,5 x 65,5 cm. En mayo de 2014, Alcalá Subastas vendió el modelo pintado por Francisco Bayeu para la bóveda pintada al fresco de la que fuera la antecámara del cuarto del Infante D. Luis en el Palacio Real de Madrid (lote 678). Se trataba de La Providencia presidiendo las virtudes y las facultades del hombre, h. 1770, adquirida por don Leonardo Chopinot a los herederos de Francisco Bayeu en 1795, nº 37: “Item otro borrón de la pieza pintada en Palacio ante Cámara que era entonces del Señor Infante dos Luis, representa la Magestad Real acompañada de la Religión y las Virtudes”. La descripción e interpretación del tema fue realizada por D. Francisco José Fabre en 1829. En el centro, la Providencia, en un trono de luz, sostiene una cornucopia que simboliza todos los dones con que socorre nuestras necesidades; a su lado, el Tiempo alado con la guadaña y las tres Parcas, bajo los que vemos a la Majestad Regia adornada con corona y acompañada por un águila flanqueada por la Nobleza, la Paz y la Fortuna; bajo éstas, el Entendimiento y la Memoria, y a su derecha la Fuerza, la Virtud heroica y el Valor generoso; en la parte superior, a la izquierda la Fe, la Esperanza y la Caridad, en el centro la Salud y el Sacrificio, y a la derecha, el Dominio de sí mismo, la Autoridad, la Fidelidad y la Prosperidad. La obra que presentamos a la venta, verdaderamente cercana al boceto vendido, pensamos que debe ser obra del taller de Francisco Bayeu.

Precio salida: 12.000 €

VENDIDO
1187. AGUSTIN ESTEVE (Valencia, 1753 - Madrid, h. 1830)Retrato de Don Vicente María Palafox Portocarrero Mexía y Silva (1758- 1820), VIII Marqués de Ariza, X Marqués de Estepa, XI marqués de la Guardia, de Armunia, de la Guardia, de Guadalest, de Laula, de Viv.

Óleo sobre lienzo. 189 x 180 cm. Inscrito: “Al Excmo. Sr. Almirante Marqués de Hariza y Estepa, Grande de España de Primera Clase, Mariscal de Campo de los Rs. Exitos”. Procedencia: - Antigua colección de la Marquesa de Valdeolmos - Por herencia a los actuales propietarios Bibliografía - Martín S. Soria, Esteve y Goya, Valencia, 1957, pág. 128, núm. 122, fig. 77. Hijo de Fausto Francisco de Palafox Rebolledo y Pérez de Guzmán el Bueno, VII marqués de Ariza, y de María Teresa de Silva de Bazán y Sarmiento. Almirante de Aragón, alcalde mayor de los hijosdalgo de Castilla, patrono del Colegio de san Clemente de los Españoles de Bolonia, mariscal de campo de los Reales Ejércitos, gentilhombre de Cámara con ejercicio, sumiller de Corps, y Académico de Honor de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, el 11 de septiembre de 1801, obtuvo la Gran cruz de la Real Orden Española de Carlos III en 1789, y fue Caballero del Toisón de Oro el 4 de abril de 1794, investido personalmente por Su Majestad el día 10 de julio siguiente, ceremonia en la que el duque de Medinacelli fue su padrino. Tres veces Grande de España. Magnífico retrato pintado por Agustín Esteve, destacado pintor de retratos de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. El Marqués de Ariza de pie, de manera casi frontal, aparece con elegancia sobre un interior cuidadosamente decorado. Sobre una mesa fernandina, descansa un papel donde está inscrito “Al Excmo. Sr. Almirante Marqués de Hariza y Estepa, Grande de España de Primera Clase, Mariscal de Campo de los Rs. Exitos”. Por encima de la mesa, un relieve con la figura femenina del luto. El retratado muestra una mirada penetrante y ligeramente meláncolica, variante muy utilizada en los retratos de éste pintor. Destacamos la precisión en el modelado de su rostro carnoso y suave así como el perfecto tratamiento del uniforme de sumiller de Corps sobre el que porta el Toisón de Oro, la banda y Cruz de Carlos III. Se conocen otros dos retratos del Marqués de Ariza pintados hacia 1795, conservados en la colección del Duque del Infantado (Ver: Martín S. Soria: “Esteve y Goya”, Valencia, 1957, pág. 98, números 36 y 37).

Precio salida

30.000 €

VENDIDO

VENDIDO
1187. AGUSTIN ESTEVE (Valencia, 1753 - Madrid, h. 1830)Retrato de Don Vicente María Palafox Portocarrero Mexía y Silva (1758- 1820), VIII Marqués de Ariza, X Marqués de Estepa, XI marqués de la Guardia, de Armunia, de la Guardia, de Guadalest, de Laula, de Viv.

Óleo sobre lienzo. 189 x 180 cm. Inscrito: “Al Excmo. Sr. Almirante Marqués de Hariza y Estepa, Grande de España de Primera Clase, Mariscal de Campo de los Rs. Exitos”. Procedencia: - Antigua colección de la Marquesa de Valdeolmos - Por herencia a los actuales propietarios Bibliografía - Martín S. Soria, Esteve y Goya, Valencia, 1957, pág. 128, núm. 122, fig. 77. Hijo de Fausto Francisco de Palafox Rebolledo y Pérez de Guzmán el Bueno, VII marqués de Ariza, y de María Teresa de Silva de Bazán y Sarmiento. Almirante de Aragón, alcalde mayor de los hijosdalgo de Castilla, patrono del Colegio de san Clemente de los Españoles de Bolonia, mariscal de campo de los Reales Ejércitos, gentilhombre de Cámara con ejercicio, sumiller de Corps, y Académico de Honor de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, el 11 de septiembre de 1801, obtuvo la Gran cruz de la Real Orden Española de Carlos III en 1789, y fue Caballero del Toisón de Oro el 4 de abril de 1794, investido personalmente por Su Majestad el día 10 de julio siguiente, ceremonia en la que el duque de Medinacelli fue su padrino. Tres veces Grande de España. Magnífico retrato pintado por Agustín Esteve, destacado pintor de retratos de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. El Marqués de Ariza de pie, de manera casi frontal, aparece con elegancia sobre un interior cuidadosamente decorado. Sobre una mesa fernandina, descansa un papel donde está inscrito “Al Excmo. Sr. Almirante Marqués de Hariza y Estepa, Grande de España de Primera Clase, Mariscal de Campo de los Rs. Exitos”. Por encima de la mesa, un relieve con la figura femenina del luto. El retratado muestra una mirada penetrante y ligeramente meláncolica, variante muy utilizada en los retratos de éste pintor. Destacamos la precisión en el modelado de su rostro carnoso y suave así como el perfecto tratamiento del uniforme de sumiller de Corps sobre el que porta el Toisón de Oro, la banda y Cruz de Carlos III. Se conocen otros dos retratos del Marqués de Ariza pintados hacia 1795, conservados en la colección del Duque del Infantado (Ver: Martín S. Soria: “Esteve y Goya”, Valencia, 1957, pág. 98, números 36 y 37).

Precio salida: 30.000 €

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