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913. PEDRO DE VILLEGAS MARMOLEJO (Sevilla, 1519-1596)Natividad

Óleo sobre tabla. 117 x 75 cm.
Firmado y fechado: “PETRUS VILLEGAS FACIEBAT ANNO 1568”.
 
BIBLIOGRAFÍA:
Juan Miguel Serrera: "Pedro de Villegas Marmolejo". Arte Hispalense, 2002, pág. 74.
Enrique Valdivieso: “Pintura barroca sevillana”, Sevilla, 2003, pág. 91.
 
Pedro de Villegas Marmolejo (1519-1596), es una de las figuras más destacadas de la pintura sevillana de la segunda mitad del siglo XVI. La abundante documentación conocida (cartas de pago, escrituras notariales, de encargos…) nos revela, que fue un artista prolífico que gozó de gran prestigio. Fue miembro de la Hermandad gremial de San Lucas.
Su primera obra conocida, son dos retratos grandes de imaginería que datan de 1545. En 1553, se comprometió a decorar el retablo mayor de la iglesia del hospital de San Lázaro de Sevilla. En 1554, realizó el Cristo fuente de la Vida para la iglesia de San Gil de Écija (Sevilla). En 1557, envío a Puerto Cabello, cuatro retablos pictóricos, seis portapaces pintados y policromados. En 1556, pinto el retablo de la Visitación de la Catedral de Sevilla, obra firmada “PETRUS VILLEGAS PICTOR FACIEBAT”. En 1557 y 1558, realiza el retablo de Santa Ana de la Iglesia Parroquial de Alcalá del Río (Sevilla). Entre 1564 y 1570, pintó, doró y policromó el retablo mayor del templo de Santa María de Carmona (Sevilla). En 1590, realizó el retablo de la Virgen de los Remedios de la Parroquia de San Vicente de Sevilla, firmada: “PETRUS VILLEGAS PICTOR, F”. Entre 1575 y 1580, ejecutó las tablas de Santo Tomás de Aquino y Santa Catalina de Siena conservadas en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Desde 1592, el retablo dedicado a la Anunciación de la Parroquia de San Lorenzo de Sevilla.
Obra, firmada y fechada en 1568, fecha en la que Villegas concluyó en retablo del Monasterio de Montesión. Mencionada por Juan Miguel Serrera y citada por Enrique Valdivieso (Ver: Historia de la Pintura Sevillana, Ed. Guadalquivir, Sevilla, 1996, pág. 91) y que perteneció a la antigua colección de Leguinas. Junto a esta pintura, se conocen otras tres tablas de igual tamaño; una Anunciación, una Coronación de Espinas y un Calvario, que pudieron formar parte de un retablo dedicado a la Vida de Cristo. Desde el punto de vista estilístico se puede relacionar con la Visitación de la Catedral Sevilla, y la Sagrada Familia conservada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. El tratamiento de las figuras sigue los modelos italianos difundidos a partir de 1520, en Sevilla, por Pedro de Machuca y Jacopo Florentino y que fueron una constante en la pintura de Villegas.

Precio salida

30.000 €

NO VENDIDO

913. PEDRO DE VILLEGAS MARMOLEJO (Sevilla, 1519-1596)Natividad

Óleo sobre tabla. 117 x 75 cm.
Firmado y fechado: “PETRUS VILLEGAS FACIEBAT ANNO 1568”.
 
BIBLIOGRAFÍA:
Juan Miguel Serrera: "Pedro de Villegas Marmolejo". Arte Hispalense, 2002, pág. 74.
Enrique Valdivieso: “Pintura barroca sevillana”, Sevilla, 2003, pág. 91.
 
Pedro de Villegas Marmolejo (1519-1596), es una de las figuras más destacadas de la pintura sevillana de la segunda mitad del siglo XVI. La abundante documentación conocida (cartas de pago, escrituras notariales, de encargos…) nos revela, que fue un artista prolífico que gozó de gran prestigio. Fue miembro de la Hermandad gremial de San Lucas.
Su primera obra conocida, son dos retratos grandes de imaginería que datan de 1545. En 1553, se comprometió a decorar el retablo mayor de la iglesia del hospital de San Lázaro de Sevilla. En 1554, realizó el Cristo fuente de la Vida para la iglesia de San Gil de Écija (Sevilla). En 1557, envío a Puerto Cabello, cuatro retablos pictóricos, seis portapaces pintados y policromados. En 1556, pinto el retablo de la Visitación de la Catedral de Sevilla, obra firmada “PETRUS VILLEGAS PICTOR FACIEBAT”. En 1557 y 1558, realiza el retablo de Santa Ana de la Iglesia Parroquial de Alcalá del Río (Sevilla). Entre 1564 y 1570, pintó, doró y policromó el retablo mayor del templo de Santa María de Carmona (Sevilla). En 1590, realizó el retablo de la Virgen de los Remedios de la Parroquia de San Vicente de Sevilla, firmada: “PETRUS VILLEGAS PICTOR, F”. Entre 1575 y 1580, ejecutó las tablas de Santo Tomás de Aquino y Santa Catalina de Siena conservadas en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Desde 1592, el retablo dedicado a la Anunciación de la Parroquia de San Lorenzo de Sevilla.
Obra, firmada y fechada en 1568, fecha en la que Villegas concluyó en retablo del Monasterio de Montesión. Mencionada por Juan Miguel Serrera y citada por Enrique Valdivieso (Ver: Historia de la Pintura Sevillana, Ed. Guadalquivir, Sevilla, 1996, pág. 91) y que perteneció a la antigua colección de Leguinas. Junto a esta pintura, se conocen otras tres tablas de igual tamaño; una Anunciación, una Coronación de Espinas y un Calvario, que pudieron formar parte de un retablo dedicado a la Vida de Cristo. Desde el punto de vista estilístico se puede relacionar con la Visitación de la Catedral Sevilla, y la Sagrada Familia conservada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. El tratamiento de las figuras sigue los modelos italianos difundidos a partir de 1520, en Sevilla, por Pedro de Machuca y Jacopo Florentino y que fueron una constante en la pintura de Villegas.

Precio salida: 30.000 €

NO VENDIDO

921. TALLER DEL MAESTRO DEL HIJO PRÓDIGO (Pintor activo en Amberes, en la segunda mitad del siglo XVI)Tríptico; tabla central: Adoración de los Reyes Magos y tablas laterales Anuciación y Nacimiento del Niño

Medidas: tabla central: 56 x 40,5 cm; tablas laterales: 57 x 18 cm.
 
PROCEDENCIA:
Colección particular Barcelona.
 
Se adjunta ficha técnica de Javier Morales Vallejo, Doctor de Historia del Arte, Diciembre 2002; "Tríptico de la Anunciación, Nacimiento y Adoración de los Reyes Magos", Taller del Maestro del Hijo Pródigo, h. 1525.
Pintor anónimo, debe su nombre a la obra “El hijo pródigo en una fiesta galante” que se conserva en el Kunstshistoriches Museum de Viena. Fue un pintor activo en Amberes durante mediados del Siglo XVI. Se sabe que tuvo un taller muy activo en Amberes para satisfacer la importante demanda de sus obras y son numerosas las importaciones de las pinturas de los Países Bajos con España durante esos años.
 
En este tríptico que presentamos, con “Adoración de los Reyes Magos” (tabla central), “La Anunciación” y el “Nacimiento del Niño” (laterales), podemos apreciar los rasgos tan característicos de este Maestro.  El gusto por los paisajes con pilastras y frontones de inspiración clásica, su interés por la disposición de múltiples personajes, el tratamiento de rostros angulosos de formas alargadas con una pequeña hendidura en la barbilla, las oreja grandes y bien dibujadas, la desproporción de las manos, así como, la forma peculiar y quebrada de plegar los paños.
 
Se puede relacionar con la tabla de la “Una parábola de la mujeres prudentes y necias conservado en el obispado de Brujas" y “Ester delante de Asuero” conservado en el Hospital de Saint Elisabeth, Lierre. (Ver: Ana Diéguez Rodríguez: “Una parábola de las mujeres prudentes y necias del Maestro del Hijo Pródigo en el obispado de Brujas”. Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, Nº 100, 2007, págs. 29-38).
 

Precio salida

20.000 €

921. TALLER DEL MAESTRO DEL HIJO PRÓDIGO (Pintor activo en Amberes, en la segunda mitad del siglo XVI)Tríptico; tabla central: Adoración de los Reyes Magos y tablas laterales Anuciación y Nacimiento del Niño

Medidas: tabla central: 56 x 40,5 cm; tablas laterales: 57 x 18 cm.
 
PROCEDENCIA:
Colección particular Barcelona.
 
Se adjunta ficha técnica de Javier Morales Vallejo, Doctor de Historia del Arte, Diciembre 2002; "Tríptico de la Anunciación, Nacimiento y Adoración de los Reyes Magos", Taller del Maestro del Hijo Pródigo, h. 1525.
Pintor anónimo, debe su nombre a la obra “El hijo pródigo en una fiesta galante” que se conserva en el Kunstshistoriches Museum de Viena. Fue un pintor activo en Amberes durante mediados del Siglo XVI. Se sabe que tuvo un taller muy activo en Amberes para satisfacer la importante demanda de sus obras y son numerosas las importaciones de las pinturas de los Países Bajos con España durante esos años.
 
En este tríptico que presentamos, con “Adoración de los Reyes Magos” (tabla central), “La Anunciación” y el “Nacimiento del Niño” (laterales), podemos apreciar los rasgos tan característicos de este Maestro.  El gusto por los paisajes con pilastras y frontones de inspiración clásica, su interés por la disposición de múltiples personajes, el tratamiento de rostros angulosos de formas alargadas con una pequeña hendidura en la barbilla, las oreja grandes y bien dibujadas, la desproporción de las manos, así como, la forma peculiar y quebrada de plegar los paños.
 
Se puede relacionar con la tabla de la “Una parábola de la mujeres prudentes y necias conservado en el obispado de Brujas" y “Ester delante de Asuero” conservado en el Hospital de Saint Elisabeth, Lierre. (Ver: Ana Diéguez Rodríguez: “Una parábola de las mujeres prudentes y necias del Maestro del Hijo Pródigo en el obispado de Brujas”. Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, Nº 100, 2007, págs. 29-38).
 

Precio salida: 20.000 €

VENDIDO
927. GÉRARD THOMAS (Amberes, 1663-1720)El estudio de un escultor

Óleo sobre lienzo. 39,1 x 50,9 cm.
En el reverso con etiqueta de colección, etiqueta Rafael Valls Limited (104) y restos de etiqueta antigua inscrita a máquina en alemán.
 
PROCEDENCIA:
Londres, Rafael Valls Limited (recogida en el RKD, Netherlands Institute for art History, https://rkd.nl/en/explore/images/116373)
Adquirida por los actuales propietarios.
 
Gérard Thomas fue un pintor de género flamenco del barroco tardío. Nació en Amberes en 1663. Se formó en el taller de Godfried Maes. En 1688-89, fue elegido miembro del Gremio de San Lucas y fue decano dos veces. Fue un pintor especializado en interiores, de taberna, laboratorios de alquimista, estudio de curanderos y charlatanes, así como talleres de pintura y escultura.
 
En este lienzo, el pintor inmortaliza la momentaneidad del estudio de un escultor con una precisión y un realismo inigualable. Se suceden las distintas escenas de los aprendices y los ayudantes ensimismados en su proceso creativo y atentos a los consejos de su maestro, situado en el centro de la composición. Gerard Thomas, se detiene de manera magistral en la riqueza de detalle de cada uno de los de los objetos que contiene, en orden y desorden: estatuas clásicas, textiles, libros, animales… La presencia de los globos terráqueos será una constante dentro de toda su producción y destacamos el que aparece en un primer plano sobre el que se apoya un aprendiz. Los animales completan la composición: loro, gato, perro.
 
Otra versión del taller de un escultor se subastó en Sotheby´s, Amsterdam, el 2 de Noviembre del 2004.
 

Precio salida

10.000 €

VENDIDO POR

20.000 €
VENDIDO
927. GÉRARD THOMAS (Amberes, 1663-1720)El estudio de un escultor

Óleo sobre lienzo. 39,1 x 50,9 cm.
En el reverso con etiqueta de colección, etiqueta Rafael Valls Limited (104) y restos de etiqueta antigua inscrita a máquina en alemán.
 
PROCEDENCIA:
Londres, Rafael Valls Limited (recogida en el RKD, Netherlands Institute for art History, https://rkd.nl/en/explore/images/116373)
Adquirida por los actuales propietarios.
 
Gérard Thomas fue un pintor de género flamenco del barroco tardío. Nació en Amberes en 1663. Se formó en el taller de Godfried Maes. En 1688-89, fue elegido miembro del Gremio de San Lucas y fue decano dos veces. Fue un pintor especializado en interiores, de taberna, laboratorios de alquimista, estudio de curanderos y charlatanes, así como talleres de pintura y escultura.
 
En este lienzo, el pintor inmortaliza la momentaneidad del estudio de un escultor con una precisión y un realismo inigualable. Se suceden las distintas escenas de los aprendices y los ayudantes ensimismados en su proceso creativo y atentos a los consejos de su maestro, situado en el centro de la composición. Gerard Thomas, se detiene de manera magistral en la riqueza de detalle de cada uno de los de los objetos que contiene, en orden y desorden: estatuas clásicas, textiles, libros, animales… La presencia de los globos terráqueos será una constante dentro de toda su producción y destacamos el que aparece en un primer plano sobre el que se apoya un aprendiz. Los animales completan la composición: loro, gato, perro.
 
Otra versión del taller de un escultor se subastó en Sotheby´s, Amsterdam, el 2 de Noviembre del 2004.
 

Precio salida: 10.000 €

VENDIDO POR: 20.000 €

VENDIDO
929. ESCUELA ITALIANA, FF. SIGLO XVII- PP. SIGLO XVIIIRetrato de Ranuccio I Farnesio, Duque de Parma y de Piacenza (IV) (1569-1622)

Óleo sobre lienzo. 58,5 x 49,5 cm.
Con caballete en madera tallada y dorada.
 
Ranuccio I Farnesio, fue hijo de Alejandro Farnesio y de María del Portagallo, hija mayor de Eduardo de Portugal, único hijo de Manuel I de Portugal. En 1580, a la muerte de su abuelo materno Enrique I de Portugal, se le propuso para el trono, pero fracasó en su intento por las simpatías que su padre tenía con el rey de España, Felipe II. En 1586, con sólo diecisiete años de edad fue nombrado regente del ducado de Parma. Llevó a cabo una renovación cultural de la ciudad de Parma, apoyando las artes y la construcción del Teatro Farnesio, revitalizando la universidad de Parma y ampliando las murallas de la ciudad. La construcción del Palazzo de la Pilotta, corte de la familia Farnesio, se completó en 1620. En los treinta años de gobierno, reorganizó la estructura del ducado, logrando un nuevo equilibrio entre el gobierno y el poder feudal, incentivó el comercio y la industria de la seda y de la loza esmaltada.
 
Sobre un fondo neutro, el pintor nos presenta el retrato de medio busto de Ranuccio I Farnesio. El retratado, dirige su mirada al espectador con gran intensidad expresiva. Viste la armadura que el armero milanés Pompeo della Cesa diseño para su padre Alejandro Farnese, hoy conservada en le Museo de Capodimonte de Nápoles. Porta, también, el Vellocino de oro que cuelga de un collar formado por cerraduras con incrustaciones de piedras de pedernal.
 
A relacionar con el retrato de casi cuerpo entero, anónimo de finales del siglo XVII, que se conserva en la Fondazione Cariparma de Parma.

Precio salida

3.000 €

VENDIDO POR

8.500 €
VENDIDO
929. ESCUELA ITALIANA, FF. SIGLO XVII- PP. SIGLO XVIIIRetrato de Ranuccio I Farnesio, Duque de Parma y de Piacenza (IV) (1569-1622)

Óleo sobre lienzo. 58,5 x 49,5 cm.
Con caballete en madera tallada y dorada.
 
Ranuccio I Farnesio, fue hijo de Alejandro Farnesio y de María del Portagallo, hija mayor de Eduardo de Portugal, único hijo de Manuel I de Portugal. En 1580, a la muerte de su abuelo materno Enrique I de Portugal, se le propuso para el trono, pero fracasó en su intento por las simpatías que su padre tenía con el rey de España, Felipe II. En 1586, con sólo diecisiete años de edad fue nombrado regente del ducado de Parma. Llevó a cabo una renovación cultural de la ciudad de Parma, apoyando las artes y la construcción del Teatro Farnesio, revitalizando la universidad de Parma y ampliando las murallas de la ciudad. La construcción del Palazzo de la Pilotta, corte de la familia Farnesio, se completó en 1620. En los treinta años de gobierno, reorganizó la estructura del ducado, logrando un nuevo equilibrio entre el gobierno y el poder feudal, incentivó el comercio y la industria de la seda y de la loza esmaltada.
 
Sobre un fondo neutro, el pintor nos presenta el retrato de medio busto de Ranuccio I Farnesio. El retratado, dirige su mirada al espectador con gran intensidad expresiva. Viste la armadura que el armero milanés Pompeo della Cesa diseño para su padre Alejandro Farnese, hoy conservada en le Museo de Capodimonte de Nápoles. Porta, también, el Vellocino de oro que cuelga de un collar formado por cerraduras con incrustaciones de piedras de pedernal.
 
A relacionar con el retrato de casi cuerpo entero, anónimo de finales del siglo XVII, que se conserva en la Fondazione Cariparma de Parma.

Precio salida: 3.000 €

VENDIDO POR: 8.500 €

938. LUIS DE MORALES (Badajoz, 1510/20-1586)Virgen con el Niño

Óleo sobre tabla. 56 x 36 cm.
 
El pintor Luis de Morales es considerado desde sus primeros biógrafos  como un pintor singular  y ecléctico  dentro del panorama de la pintura española del siglo XVI.  Toda la critica coincide, también, en considerarle  más que como pintor de retablos, como un autor dedicado a pequeños cuadros de devoción y, desde luego, con una iconografía en ellos no muy variada. Su clientela, además de abundante,  fue importante , abarcando no solo al mundo religioso sino a la sociedad  particular del momento, dando lugar  a la creación, por parte del pintor , de un gran taller de calidad que diera respuesta a los numerosos encargos que se le hacían.
 
Luis de Morales desarrolla su actividad artística en Badajoz  donde se supone que nació. Jusepe  Martínez le entronca con unos ”Morales” de ascendencia sevillana, sin embargo, los nuevos datos documentales aportados por don Carmelo Solís, le hacen proceder de  Salamanca , ciudad precisamente de la que procedía Juan de Ribera- su gran protector- antes de llegar a Badajoz como arzobispo. Si el lugar de nacimiento presenta problemas, también lo ofrece la fecha de su nacimiento, que Palomino sitúa en 1509 o 1510, Gaya Nuño en 1520, y, Fernando Marías en 1515. Estas dos últimas fechas son las más aceptables, porque justificarían ciertos aspectos posibles en su formación artística, no exenta tampoco de conjeturas. Importante para este último aspecto es la situación geográfica de Badajoz, próxima a Portugal, a Sevilla y a Toledo, con importantes escuelas pictóricas por aquellos años. A través del mecenazgo del que después llegaría a ser San Juan de Ribera, y con el traslado de este como arzobispo a la ciudad de Valencia, habría que sumarle el conocimiento de  esta importante escuela desde los comienzos del siglo XVI. A todo ello hay que sumarle la admiración por la pintura flamenca, a la que luego aludiremos de nuevo.
 
La tablita que hoy estudiamos, por sus pequeñas dimensiones, debió de constituir un encargo para una devoción privada, sin duda para una religiosa, o para alguna dama de la sociedad de Badajoz. En ella se cumplen las palabras de Gaya Nuño al definir el estilo de Morales “curioso de modalidades ajenas” y “de una receptividad curiosamente virgen y desnuda”.  En efecto su estilo no está determinado por la admiración hacia un maestro determinado, sino que absorbió a los maestros más importantes anteriores a él y  de su tiempo. Este aprendizaje lo puso al servicio de una pintura de íntima religiosidad que, sin duda, gustaba a la sociedad de su tiempo y que, con distinto matiz expresivo, tenía sus raíces iconográficas en los primitivos flamencos, entre los que se ha destacado a Memling y Gossaert, y como seguidor   de este último al Maestro del Papagayo. De todos ellos había buen número de obras en España.
 
La primera obra fechada de Luis de Morales es “La Virgen del pajarito”, conservada en la iglesia de San Agustín de Madrid, en la que aparece la fecha de 1546, en una cartela.
Todos los críticos consideran que la “Maddona della Puritá”, en San Pablo el Mayor de Nápoles, firmada por Morales, es obra juvenil  del pintor. En ella desde luego se advierten detalles arcaizantes como la decoración del  manto a base de pequeñas estrellitas, como lo hiciera Pedro Berruguete y Juan de Borgoña en San Juan de la Penitencia. El modelo de la Virgen es muy similar a la del “pajarito” en cuanto al rostro, pero  en este se observa  una cierta evolución manierista y unas evocaciones leonardescas ausentes en la tabla de Nápoles.  Las mismas consideraciones podemos hacer respecto a la Virgen con el Niño dormido, que guarda  en relación con la de Nápoles, no solo la semejanza del rostro de la Virgen, sino la elegante cadencia de movimientos, la forma de recoger el manto y algunos detalles arcaicos- en este caso el “rayado” nimbo de la Virgen, presente en Van der Weyden,y  en la “Virgen con el Niño” de Pedro Berruguete, en el Prado. Tanto la Maddona de Nápoles como la Virgen con el niño dormido, se ven influidas por nuestros pintores del primer renacimiento, entre los que no hay que olvidar la “Virgen del pajarito” de Juan Correa de Vivar, en el Colegio de Doncellas de Toledo. Todo ello ayuda a fechar estas dos obras juveniles de Morales hacia 1540.
 
La tabla de La Virgen con el niño dormido, como hemos apuntado, no muestra aún los claroscuros y rasgos leonardescos que van a caracterizar a las “Vírgenes” de Morales en una etapa más avanzada de su obra. La Virgen va vestida  con túnica roja y manto azul que cubre su cabeza y, bajo el cual , corre un sutil velo, que María recoge con su mano derecha, mientras que con la izquierda sujeta al niño por un escorzado bracito que deja ver la palma de la mano, como en la tabla de la Presentación en el Templo, del museo del Prado. Ya hemos apuntado la semejanza del modelo de la Virgen con el de la “Madonna” de Nápoles, también la guarda con el de la “Sagrada Familia” de la colección Albiz de Madrid, y con el de la “Virgen con el niño y los Santos Juanes”,  de la parroquia de Valencia de Alcántara.
       
Respecto a la iconografía no cabe duda de que Morales ha tenido presentes los modelo de Gossaert, tal vez a través de los más suavizados del Maestro del Papagayo, pero con el recato que exigía la clientela española. En efecto, el Niño se pliega amorosamente dormido en el pecho de la madre, presente en las tablas flamencas, pero oculto en la española, de esta primera etapa de Morales.
 
Pensamos que la tabla de la Virgen con el niño dormido, encabeza otras versiones y réplicas - peor conservadas - del pintor, como la de colección privada madrileña, acompañada por San Juanito, o la  considerada por Angulo como de taller, en la que aparece San Roque.  También vemos en la Virgen con el niño dormido, un precedente compositivo de otro tema de Morales más tardío  “La Virgen enseñando a leer al Niño” de la que es excelente versión la del museo de San Carlos de México, con la que guarda relación en el dibujo de las manos, plegados del manto etc. Del tema del  “Niño dormido” con la Virgen realizó Morales distintas versiones: el de la “Sagrada Familia con el horóscopo  de Cristo”, de la Hispanic Society de Nueva York , el de la “Virgen del sombrero, el niño dormido y San Juanito”, en colección privada madrileña y en la Adoración de los Pastores del Prado.
 
Agradecemos a Dña. Isabel Mateo Gómez la catalogación de este lote.

Precio salida

120.000 €

938. LUIS DE MORALES (Badajoz, 1510/20-1586)Virgen con el Niño

Óleo sobre tabla. 56 x 36 cm.
 
El pintor Luis de Morales es considerado desde sus primeros biógrafos  como un pintor singular  y ecléctico  dentro del panorama de la pintura española del siglo XVI.  Toda la critica coincide, también, en considerarle  más que como pintor de retablos, como un autor dedicado a pequeños cuadros de devoción y, desde luego, con una iconografía en ellos no muy variada. Su clientela, además de abundante,  fue importante , abarcando no solo al mundo religioso sino a la sociedad  particular del momento, dando lugar  a la creación, por parte del pintor , de un gran taller de calidad que diera respuesta a los numerosos encargos que se le hacían.
 
Luis de Morales desarrolla su actividad artística en Badajoz  donde se supone que nació. Jusepe  Martínez le entronca con unos ”Morales” de ascendencia sevillana, sin embargo, los nuevos datos documentales aportados por don Carmelo Solís, le hacen proceder de  Salamanca , ciudad precisamente de la que procedía Juan de Ribera- su gran protector- antes de llegar a Badajoz como arzobispo. Si el lugar de nacimiento presenta problemas, también lo ofrece la fecha de su nacimiento, que Palomino sitúa en 1509 o 1510, Gaya Nuño en 1520, y, Fernando Marías en 1515. Estas dos últimas fechas son las más aceptables, porque justificarían ciertos aspectos posibles en su formación artística, no exenta tampoco de conjeturas. Importante para este último aspecto es la situación geográfica de Badajoz, próxima a Portugal, a Sevilla y a Toledo, con importantes escuelas pictóricas por aquellos años. A través del mecenazgo del que después llegaría a ser San Juan de Ribera, y con el traslado de este como arzobispo a la ciudad de Valencia, habría que sumarle el conocimiento de  esta importante escuela desde los comienzos del siglo XVI. A todo ello hay que sumarle la admiración por la pintura flamenca, a la que luego aludiremos de nuevo.
 
La tablita que hoy estudiamos, por sus pequeñas dimensiones, debió de constituir un encargo para una devoción privada, sin duda para una religiosa, o para alguna dama de la sociedad de Badajoz. En ella se cumplen las palabras de Gaya Nuño al definir el estilo de Morales “curioso de modalidades ajenas” y “de una receptividad curiosamente virgen y desnuda”.  En efecto su estilo no está determinado por la admiración hacia un maestro determinado, sino que absorbió a los maestros más importantes anteriores a él y  de su tiempo. Este aprendizaje lo puso al servicio de una pintura de íntima religiosidad que, sin duda, gustaba a la sociedad de su tiempo y que, con distinto matiz expresivo, tenía sus raíces iconográficas en los primitivos flamencos, entre los que se ha destacado a Memling y Gossaert, y como seguidor   de este último al Maestro del Papagayo. De todos ellos había buen número de obras en España.
 
La primera obra fechada de Luis de Morales es “La Virgen del pajarito”, conservada en la iglesia de San Agustín de Madrid, en la que aparece la fecha de 1546, en una cartela.
Todos los críticos consideran que la “Maddona della Puritá”, en San Pablo el Mayor de Nápoles, firmada por Morales, es obra juvenil  del pintor. En ella desde luego se advierten detalles arcaizantes como la decoración del  manto a base de pequeñas estrellitas, como lo hiciera Pedro Berruguete y Juan de Borgoña en San Juan de la Penitencia. El modelo de la Virgen es muy similar a la del “pajarito” en cuanto al rostro, pero  en este se observa  una cierta evolución manierista y unas evocaciones leonardescas ausentes en la tabla de Nápoles.  Las mismas consideraciones podemos hacer respecto a la Virgen con el Niño dormido, que guarda  en relación con la de Nápoles, no solo la semejanza del rostro de la Virgen, sino la elegante cadencia de movimientos, la forma de recoger el manto y algunos detalles arcaicos- en este caso el “rayado” nimbo de la Virgen, presente en Van der Weyden,y  en la “Virgen con el Niño” de Pedro Berruguete, en el Prado. Tanto la Maddona de Nápoles como la Virgen con el niño dormido, se ven influidas por nuestros pintores del primer renacimiento, entre los que no hay que olvidar la “Virgen del pajarito” de Juan Correa de Vivar, en el Colegio de Doncellas de Toledo. Todo ello ayuda a fechar estas dos obras juveniles de Morales hacia 1540.
 
La tabla de La Virgen con el niño dormido, como hemos apuntado, no muestra aún los claroscuros y rasgos leonardescos que van a caracterizar a las “Vírgenes” de Morales en una etapa más avanzada de su obra. La Virgen va vestida  con túnica roja y manto azul que cubre su cabeza y, bajo el cual , corre un sutil velo, que María recoge con su mano derecha, mientras que con la izquierda sujeta al niño por un escorzado bracito que deja ver la palma de la mano, como en la tabla de la Presentación en el Templo, del museo del Prado. Ya hemos apuntado la semejanza del modelo de la Virgen con el de la “Madonna” de Nápoles, también la guarda con el de la “Sagrada Familia” de la colección Albiz de Madrid, y con el de la “Virgen con el niño y los Santos Juanes”,  de la parroquia de Valencia de Alcántara.
       
Respecto a la iconografía no cabe duda de que Morales ha tenido presentes los modelo de Gossaert, tal vez a través de los más suavizados del Maestro del Papagayo, pero con el recato que exigía la clientela española. En efecto, el Niño se pliega amorosamente dormido en el pecho de la madre, presente en las tablas flamencas, pero oculto en la española, de esta primera etapa de Morales.
 
Pensamos que la tabla de la Virgen con el niño dormido, encabeza otras versiones y réplicas - peor conservadas - del pintor, como la de colección privada madrileña, acompañada por San Juanito, o la  considerada por Angulo como de taller, en la que aparece San Roque.  También vemos en la Virgen con el niño dormido, un precedente compositivo de otro tema de Morales más tardío  “La Virgen enseñando a leer al Niño” de la que es excelente versión la del museo de San Carlos de México, con la que guarda relación en el dibujo de las manos, plegados del manto etc. Del tema del  “Niño dormido” con la Virgen realizó Morales distintas versiones: el de la “Sagrada Familia con el horóscopo  de Cristo”, de la Hispanic Society de Nueva York , el de la “Virgen del sombrero, el niño dormido y San Juanito”, en colección privada madrileña y en la Adoración de los Pastores del Prado.
 
Agradecemos a Dña. Isabel Mateo Gómez la catalogación de este lote.

Precio salida: 120.000 €

961. ESCUELA CORDOBESA, H. 1700San Acisclo, Santa Victoria, Santa María, Santa Flora, San Pablo, San Perfecto, San Sisenando, San Leovigildo, San Teodemiro, San Cristobal y San Argimiro

Cuatro óleos sobre lienzo. 90 x 118,5 cm.
Inscritos "S. ACISCLO", "S. VICTORIA","S.MARIA", "S.FLORA", "S.PABLO", "S.PERFECTO", "S. SICENANDO", "S. LEOVEGILDO", "S. TEODEMIRO", "S. CRISTOVA", "S. ARCEMIRO".
Interesante serie de cuatro lienzos que representan distintos santos mártires cordobeses. En primer lugar, San Acisclo y Santa Victoria, dos hermanos, patrones de Córdoba, que, durante el mandato de Diocleciano como emperador de Roma, fueron martirizados por profesar la fe cristiana. En segundo lugar, Santa Flora y Santa Victoria, hijas de matrimonios mixtos entre cristianos y musulmanes. Se encontraron en la iglesia de San Acisclo cuando Flora rezaba para soportar el martirio. Decidieron entregarse juntas. María fue condenada por blasfemia tras condenar a Mahoma ante el tribunal, y Flora por apostasía en 851. En tercer lugar, San Pablo, diácono de Córdoba perteneciente al monasterio de San Zoilo, fue decapitado en 851; Perfecto, Sacerdote cordobés que fue ejecutado por difamar al islam y a Mahoma en 850; Sisenando, nacido en Portugal, fue diácono en la iglesia de San Acisclo, decapitado en 851. Por último, Leovigildo, monje de Córdoba ejecutado en 852; Teodomiro, San Teodomiro era un carmonense que se marchó joven a Córdoba. Vivió en el Convento de San Zoilo, como monje benedictino. Murió degollado. San Cristóbal, santo cordobés decapitado; San Argimiro, noble cabra y fue censor del emir Mohamed I. Tras perder su cargo por su fe cristiana se hizo monje. Se le acusó de haber insultado al profeta Mahoma y haber proclamado públicamente la divinidad de Jesús. Se le ofreció la posibilidad de retractarse y abrazar el islam, lo que rechazó, siendo ejecutado en 856. El siglo IX, fueron unos años convulsos, tras la conquista de los árabes, la mayor parte de la ciudad de Córdoba era musulmana. Durante los emiratos de Abderramán II y Mohamed I, muchos cristianos mozárabes alentados por el clérigo Eulogio de Córdoba, fueron martirizados, decapitados y condenados a muerte.
Con una riqueza cromática el pintor dispone sobre un fondo de paisaje, la sucesión de un conjunto de santos con sus palmas de martirio, y atributos. Con una soltura de pincel, va plasmando los rasgos fisionómicos de cada uno de ellos. Son delicadísimos retratos, que inmortalizan el carácter heroico de estos Santos al asumir el martirio por defender siempre sus convicciones religiosas.

Precio salida

20.000 €

961. ESCUELA CORDOBESA, H. 1700San Acisclo, Santa Victoria, Santa María, Santa Flora, San Pablo, San Perfecto, San Sisenando, San Leovigildo, San Teodemiro, San Cristobal y San Argimiro

Cuatro óleos sobre lienzo. 90 x 118,5 cm.
Inscritos "S. ACISCLO", "S. VICTORIA","S.MARIA", "S.FLORA", "S.PABLO", "S.PERFECTO", "S. SICENANDO", "S. LEOVEGILDO", "S. TEODEMIRO", "S. CRISTOVA", "S. ARCEMIRO".
Interesante serie de cuatro lienzos que representan distintos santos mártires cordobeses. En primer lugar, San Acisclo y Santa Victoria, dos hermanos, patrones de Córdoba, que, durante el mandato de Diocleciano como emperador de Roma, fueron martirizados por profesar la fe cristiana. En segundo lugar, Santa Flora y Santa Victoria, hijas de matrimonios mixtos entre cristianos y musulmanes. Se encontraron en la iglesia de San Acisclo cuando Flora rezaba para soportar el martirio. Decidieron entregarse juntas. María fue condenada por blasfemia tras condenar a Mahoma ante el tribunal, y Flora por apostasía en 851. En tercer lugar, San Pablo, diácono de Córdoba perteneciente al monasterio de San Zoilo, fue decapitado en 851; Perfecto, Sacerdote cordobés que fue ejecutado por difamar al islam y a Mahoma en 850; Sisenando, nacido en Portugal, fue diácono en la iglesia de San Acisclo, decapitado en 851. Por último, Leovigildo, monje de Córdoba ejecutado en 852; Teodomiro, San Teodomiro era un carmonense que se marchó joven a Córdoba. Vivió en el Convento de San Zoilo, como monje benedictino. Murió degollado. San Cristóbal, santo cordobés decapitado; San Argimiro, noble cabra y fue censor del emir Mohamed I. Tras perder su cargo por su fe cristiana se hizo monje. Se le acusó de haber insultado al profeta Mahoma y haber proclamado públicamente la divinidad de Jesús. Se le ofreció la posibilidad de retractarse y abrazar el islam, lo que rechazó, siendo ejecutado en 856. El siglo IX, fueron unos años convulsos, tras la conquista de los árabes, la mayor parte de la ciudad de Córdoba era musulmana. Durante los emiratos de Abderramán II y Mohamed I, muchos cristianos mozárabes alentados por el clérigo Eulogio de Córdoba, fueron martirizados, decapitados y condenados a muerte.
Con una riqueza cromática el pintor dispone sobre un fondo de paisaje, la sucesión de un conjunto de santos con sus palmas de martirio, y atributos. Con una soltura de pincel, va plasmando los rasgos fisionómicos de cada uno de ellos. Son delicadísimos retratos, que inmortalizan el carácter heroico de estos Santos al asumir el martirio por defender siempre sus convicciones religiosas.

Precio salida: 20.000 €

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